Una América Latina en crisis
LaLa reciente conversación sobre inmigración entre Joe Biden, y López Obrador es una prueba más de lo que se está produciendo en América Latina. Se advierten serios elementos de descomposición en una región que había experimentado un notable crecimiento económico y en la que se habían abordado, con mayor o menor éxito, los importantes problemas que ocasiona la desigualdad. En la mayoría de los países de América Latina existe una acentuada crisis política y, sobre todo, una inestable incertidumbre. No se sabe bien cuál será el camino que van a transitar alguno de los países en términos políticos y, por lo tanto, tampoco se conoce cuál será su política exterior. Es posible que la situación en México ilustre lo que está sucediendo, o podría sobrevenir en poco tiempo en otros países. Quizá lo peor es que algunos procesos electorales no han resuelto las interrogantes a las que se enfrentan los países latinoamericanos, como en Perú que, desde el triunfo del actual presidente, está sometido a constantes tensiones políticas. Ahora menos que nunca sería posible identificar una región que tuviera componentes de verdadera cohesión social y que proyectase lineamientos comunes.
América Latina está profundamente dividida en lo político y en lo económico y, también, en la ejecución de los intereses que integran la acción exterior de cada uno de los países de la región. El hecho de que algunos acontecimientos internacionales recientes oculten en parte lo que está ocurriendo no conlleva desconocer que el contexto en esta área del planeta es especialmente peligroso para asegurar su desarrollo económico y social. Todo ello deriva como siempre de las decisiones políticas que que conducen a un aumento significativo de la pobreza y la desigualdad.
En la mayoría de países existe inestabilidad política e incertidumbre