La duda existencial de Ancelotti
► El entrenador italiano tiene que volver a elegir entre Rodrygo y un centrocampista más para remontar mañana frente al City
En la ida, en la que no estuvo Casemiro, tuvo la misma inquietud. Ganó el brasileño
Con seis tantos, Rodrygo es el cuarto en la lista de goleadores del Real Madrid por detrás de Benzema, Vinicius y Asensio, que ha llegado a los 12. El español ha jugado menos minutos y partidos que el brasileño y ha hecho más goles por lo que, estadísticamente, podría pensarse que, en caso de buscar goles, (y el Madrid necesita dos, por lo menos, mañana), Asensio debería situarse por delante de Rodrygo. Sin embargo, es el brasileño el que está en la cabeza de Ancelotti, que da vueltas a qué alineación es mejor para el encuentro de la vuelta de las semifinales contra el Manchester City. Rodrygo Rodrygo le da verticalidad, le da trabajo y, en este tramo de la temporada, le ofrece tantos. De los seis que lleva, cuatro los ha marcado en los últimos partidos. Hizo dos muy elegantes contra el Espanyol, marcó el que abrió el camino en la remontada contra el Sevilla y fue su remate el que llevó a la prórroga el encuentro del Bernabeú contra el Chelsea, en la anterior eliminatoria. Por eso, la pregunta que, probablemente, se hace a estas horas Ancelotti es si se puede permitir prescindir de un futbolista que tiene la puntería en su mejor momento.
La duda del italiano no es entre Asensio y Rodrygo. Eso, ahora, tras toda la temporada yendo de uno a otro, está más o menos claro. Lo que no termina de decidir Ancelotti es si Rodrygo tiene que acompañar a Benzema y Vinicius o es si Valverde , como ha sucedido en los partidos grandes desde la derrota del Barça, es el que debe dar más empaque al centro del campo.
Ancelotti hizo esa reflexión antes del choque de ida: «Mantengo la duda de apostar por tres delanteros delanteros o sólo dos», explicó con sinceridad en la conferencia de Prensa del día anterior. Y pese a la ausencia de Casemiro, que obligó a Kroos a jugar como medio centro, eligió a Rodrygo en vez de Camavinga. Es decir, buscó más la posibilidad de hacer daño arriba que intentar poblar la zona en la que mejor se desenvuelve el equipo de Guardiola.
Visto el resultado, no le fue del todo mal, visto el encuentro en su totalidad, el Madrid sufrió muchísimo sin balón porque no encontró la forma de colocarse para evitar las constantes triangulaciones rivales y las entradas de jugadores entre el lateral y el central.
A Kroos los partidos como mediocentro se le hacen muy largos. Tiene que ocuparse de demasiadas tareas para las que no está ya preparado, pero en Mánchester eso no le importó a Ancelotti. Hasta el minuto 69, cuando quitó a Rodrygo para dar entrada a Camavinga, no lo corrigió. Cuatro minutos después, Bernardo Silva, tras recibir una patada de Kroos que fue falta, pero que no le tiró ni se señaló, hizo el cuarto tanto.
La diferencia entre el partido de hace una semana es que Casemiro está listo y con él, Kroos juega más liberado y el Madrid se siente más seguro. El brasileño demostró frente al Espanyol que ya está listo y que sabe desenvolverse sin problemas en la posición de central. Mañana va a ser centrocampista, pero eso, aunque tranquiliza a Carlo Ancelotti, no le resuelve la inquietud.
Valverde, como falso extremo en la banda derecha, le asegura trabajo y kilómetros hacia todos los lados del campo como nadie dentro de la plantilla. Contra el Espanyol, con el partido decidido, Vinicius, Benzema o Kroos tuvieron minutos, quizá para soltar piernas, para que no estuviesen más tiempo del debido sin competir, Valverde no disputó ni un minuto. Es decir, le dio descanso absoluto. La teoría, la conclusión más lógica, es que no quería que se desgastase para jugar mañana.
A Rodrygo lo tuvo en el campo 74 minutos. Tampoco quería agotarlo, quizá pensando también en el choque del miércoles. Hay que impedir que el City juegue y hay que marcar goles. O Valverde o Rodrygo.