Un relato muy diferente
LasLas víctimas del terrorismo volvemos a enfrentarnos una vez más a un nuevo varapalo. Es cierto que en la reunión que mantuvimos la AVT con el secretario de Estado de Justicia se nos aseguró que la sentencia del TEDH afecta única y exclusivamente al caso de Atristain y que no cuestiona el régimen de incomunicación, pero somos conscientes de que será utilizada por los etarras en juicios futuros, como vienen haciendo desde enero. Además, ya no nos fiamos de nada: hasta que no veamos con nuestros propios ojos que esta sentencia no crea precedentes, no podremos estar tranquilos. Llevamos ya mucho equipaje a nuestras espaldas, justamente el que nos llevó a la plaza de Colón en marzo.
Aunque esperamos la resolución del recurso llenos de esperanza, éramos conscientes de la dificultad, pues son muy pocos los asuntos que se acaban elevando a la Gran Sala. Lo que no terminamos de comprender es la sensación que tenemos las víctimas de que siempre nos tenemos que estar defendiendo, cuando lo que ha sucedido en este país es que ha habido unos asesinos y unas víctimas. ¿De verdad después de la sentencia del juicio Halboka, que confirmó que todo es ETA, tenemos que justificar porqué es necesario el régimen de in comunicación ?¿ De verdad tenemos que aguantar que los asesinos nos den lecciones de derechos humanos y libertad? Tenemos la impresión de que lejos de avanzar y estar construyendo un relato en el que las víctimas somos las vencedoras y los asesinos los perdedores, estamos contando a las generaciones venideras una historia muy diferente a la que se debería contar.
Una vez más, aunque hemos sufrido un nuevo revés, seguiremos vigilantes para que la sentencia no se aplique de manera general y se produzca una masi vadee tarr as.