Más impuestos para pagar la transición ecológica
► El Banco de España pide subir la tributación de los carburantes y de la energía porque «hay margen»
SubirSubir los impuestos a los carburantes y a la energía en cuanto la situación económica mejore una vez superados los efectos negativos de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Esa es la principal conclusión del capítulo 4º sobre el cambio climático en España incluido en el informe anual del Banco de España. Según defienden los expertos del supervisor bancario, es «imprescindible potenciar y mejorar el diseño de la fiscalidad medioambiental» para avanzar y financiar la transición ecológica en nuestro país, ya que la menor recaudación respecto a la UE debe llevar al Ejecutivo a aprobar una «mayor imposición fiscal» para que se puedan reducir «significativamente» los costes de ese proceso, aunque reconocen que no es el momento de implementar esta fiscalidad porque la economía aún está pendiente de recuperar lo perdido durante la pandemia y debe hacer frente a corto y medio plazo los efectos de la guerra en Ucrania. Para ello, el estudio asegura que «hay margen» para incrementar la presión fiscal sobre la energía y los carburantes porque España está «muy por detrás» de otros países de la UE en recaudación medioambiental y que se debe «a los menores impuestos sobre la energía y, en particular, sobre los hidrocarburos».
El informe recurre a datos de Eurostat para demostrar que la brecha de recaudación en España en fiscalidad ambiental, respecto a la media aritmética de los Veintisiete, se ha «mantenido estable y cercana a un punto porcentual durante las dos últimas décadas». Según destaca, en 2019 España mostró un diferencial negativo de 0,8 puntos. Esta menor recaudación se debió, en un 67%, a los menores impuestos sobre la energía, y en particular sobre los hidrocarburos, en los que los tipos de gravamen no se han incrementado en términos reales en los últimos años y eso «habría favorecido el diferencial negativo» con la UE. Por ello, ve «imprescindible potenciar y mejorar el diseño de la fiscalidad medioambiental».
Así lo corroboró el director general de Economía y Estadística de la entidad, Ángel Gavilán, para el que es «imprescindible potenciar y mejorar el diseño» de los impuestos verdes para «avanzar en la lucha contra el calentamiento global». Según afirmó, una mayor recaudación por estos conceptos permitiría aliviar la carga impositiva en otros impuestos, como los del trabajo, e incluso «compensar a aquellos hogares más vulnerables y a los que les cuesta más llevar a cabo la transición ecológica», pero esta compensación –avisaba– debería ser «temporal».
En este punto, el informe advierte de que las medidas compensatorias que se apliquen deben diseñarse «cuidadosamente» para que no reduzcan los incentivos a disminuir las emisiones contaminantes y propone que estas ayudas a empresas pueden entregarse como «cheques verdes». En el caso de las familias, «sería deseable» que las medidas se articulen a través del IRPF y condicionadas a su nivel de renta.
De esta forma se alinea con el Comité de Expertos que presentó el Libro Blanco de la fiscalidad a
Hacienda, del que dice el organismo bancario que marca un «punto de partida indispensable» para valorar una «posible revisión integral de la fiscalidad medioambiental», que aumente la recaudación. El propio Gavilán defendió que mayores ingresos medioambientales podría permitir «reducir las distorsiones impositivas que generan otros impuestos en la economía».
Eso sí, el Banco de España lanzó varias advertencias sobre el previsible incremento en el precio de los bienes y servicios más contaminantes, el impacto negativo sobre los hogares más vulnerables o sobre empresas de los sectores energéticos, de transporte, agricultura, ganadería o industria.