Escrivá recurre a más incentivos para alargar la vida laboral
► Ventajas fiscales y rebaja de cotizaciones, entre las opciones
Garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones con la prolongación de la vida laboral, con ventajas para la jubilación demorada y un plan de incentivos que se pueda compatibilizar el cobro de la pensión y un empleo sin perder derechos. Con esa base, el Ministerio de Seguridad Social que dirige José Luis Escrivá prepara ya «cambios internos» y legislativos para cambiar la tendencia de tomar la jubilación antes de los 65 años. En la jornada inaugural del V Encuentro Economía Senior, el ministro anunció ayer que su equipo ya trabaja en un plan de nuevos incentivos para la jubilación activa, que permitirá compatibilizar un empleo con el cobro de la pensión. Estos incentivos se sumarían a los que ha incorporado la reforma de pensiones para demorar la edad de jubilación: una subida del 4% por cada año de retraso en la retirada, un cheque único de hasta 12.000 euros o una mezcla de ambos.
La jubilación activa permite que una persona pueda seguir trabajando más allá de su edad de jubilación y cobrar parte de la pensión, o su totalidad si es autónomo y tiene trabajadores a su cargo, mientras que la parcial puede disfrutarse desde los 60 años simultaneándola con un empleo a tiempo parcial. Entre las medidas que se barajan se encuentran incentivos fiscales, rebaja de cotizaciones y un aumento de la pensión al finalizar la vida laboral.
La edad de jubilación sigue aumentando y llegará a los 67 años en 2027, en lo que el ministro ha considerado que está siendo «una transición suave» y que está siendo aceptada sin generar «mucha tensión. El aumento de la esperanza y la calidad de vida hace que las carreras profesionales puedan ser más largas (...). Los nuevos incentivos a la jubilación demorada y la eliminación de la cláusula de jubilación forzosa son cambios normativos que intentan adaptarse a esa nueva realidad», explicó.
Con estas y otras iniciativas incluidas en la reforma de pensiones, la sostenibilidad del sistema de pensiones «está asegurada», aseguró, con un déficit «que se ha reducido muy rápidamente hasta el 0,9%, que cerrará este año en el 0,5% y que al final de la legislatura llegará al equilibrio presupuestario». El ministro lamentó que se haya instalado la cultura de la jubilación anticipada dentro de las empresas, ya que se trata de «una forma de pasar los costes a la Seguridad Social» y establece «esquemas muy agresivos». Por eso, ha pedido «cambios internos» para cambiar esa tendencia a la jubilación antes de los 65 años y fomentar «fórmulas de prolongación» de la vida laboral.