El Gobierno se conjura para agotar la legislatura pese a las divisiones
►El Ejecutivo no da por perdida a la mayoría de investidura pese a ERC
ElEl Gobierno no se resigna y mantiene la esperanza de recoser confianzas con la mayoría de investidura, el bloque compuesto por ERC, EH Bildu, PNV, Mas País y BNG, principalmente. También se conjura para mantener la unidad tras la división mostrada esta semana. La crisis política por el caso del espionaje a través del sistema Pegasus, lejos de zanjarse con la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso –en la que concedió a sus socios una nueva ley de Secretos Oficiales–, ha soliviantado a sus aliados. Además, PSOE y Unidas Podemos mostraron sus diferencias al votar distinto en un proyecto de ley aprobado en el Consejo de Ministros.
Consciente de la fragilidad de la aritmética parlamentaria y del enfado por parte del socio minoritario en Moncloa, Pedro Sánchez quiso ayer proyectar unidad durante la presentación del Perte de Economía Social y de los Cuidados, dotado con 800 millones de euros. Desde La Moncloa, lanzó un mensaje de unidad y su voluntad de que su Gobierno perdure hasta finales de 2023. Y es que delante de hasta doce ministros –implicados en el Perte– Sánchez aprovechó a elogiar a sus ministros, de los que confesó «orgullo» y calificó a la coalición como «un equipazo» que acompaña a los españoles en la superación de la crisis actual «a pesar de las dificultades». Además, reconoció el trabajo «coral» de todos los ministros y ministras del «gobierno de coalición progresista», mantra que repitió en varias ocasiones., para después conminar a sus ministros a seguir trabajando. «Hemos hecho mucho pero nos queda muchísimo por hacer». La vicepresidenta Yolanda Díaz también puso en valor el sentido de la coalición, del que destacó que desde su conformación «el Gobierno piensa en grande».
Este acto tuvo lugar tan solo 24 horas después de que el Gobierno evidenciara su soledad. En cualquier caso, en las filas socialistas reivindican que la agenda legislativa sigue saliendo adelante (sea con la mayoría de investidura o sea con el PP) y señalan que el principal temor para la estabilidad del Gobierno es la división que atraviesa Podemos. En el Ejecutivo, fuentes gubernamentales dan por zanjada la crisis y destacan la «fortaleza» de la coalición.
En este sentido, una imagen inédita inédita en la votación del jueves resume con claridad la división en la que se encuentran los morados: un ministro (Alberto Garzón) da la orden a los diputados de lo que se tenía que votar (cuando siempre se dan las indicaciones desde los grupos parlamentarios). Una escena que refleja el cisma del partido morado entre la facción liderada por Irene Montero e Ione Belarra y la liderada por Yolanda Díaz, que ha impulsado su propia candidatura.
Calviño ahondó también en la idea de unidad y aseguró que el Gobierno no está en peligro. «En absoluto», verbalizó en una entrevista en «Catalunya Ràdio». También, en la radio pública catalana, quiso dirigir un mensaje a Esquerra, que, poco a poco, se está descolgando de la ecuación de la gobernabilidad, y dijo que cuentan con ellos y no dan por perdida la mayoría de la investidura. Eso sí, también matizó e introdujo un mensaje que, hasta ahora, se prodigaba poco y es que el Gobierno tiene que trabajar con la «geometría variable».
El concepto de geometría variable ha tenido muy poco espacio durante esta legislatura porque Podemos nunca ha querido mirar hacia la derecha, mientras el PSOE trata de hablar con todos los grupos parlamentarios (excepto Vox). Los morados siempre han tratado de conducir al ejecutivo a apoyarse exclusivamente en la mayoría de izquierdas que hay en el hemiciclo, aunque poco a poco se va despegando del ejecutivo nacional. No obstante, el Gobierno tiene solo el apoyo de 153 diputados (el PSOE tiene 120 y Podemos, 33) y necesita 23 más para la mayoría absoluta y poder ir sacando las votaciones adelante.
El Gobierno tiene por delante un reto enorme que es aprobar de aquí a finales de año unas 40 leyes, todas ellas necesarias para seguir acometiendo las reformas que pide Bruselas a cambio de los fondos europeos. Por tanto, los próximos meses se antojan de actividad frenética en el Congreso y habrán muchos momentos complicados y de máximo estrés y tensión para el Gobierno: los planes de pensiones de José Luis Escrivá parece que puede ser la siguiente norma en exhibir divisiones en el Gobierno y la mayoría de investidura.
Hemos hecho mucho, pero nos queda muchísimo por hacer en esa llamada hacia la conquista social»
Pedro Sánchez