El representante legal de Neurona se desmarca de la toma de decisiones
► Niega al juez que se desviara dinero a Podemos de los 363.000 euros que cobró la consultora de la formación
El representante legal de Neurona niega que Podemos se financiara ilegalmente utilizando a la consultora como tapadera y se desvincula de la toma de decisiones en la empresa a la que Podemos pagó 363.000 euros por trabajos electorales para la campaña de las elecciones generales de abril de 2019.
Al igual que hizo en noviembre de 2020 Elías Castejón, exadministrador de la filial de Neurona en España, el mexicano Germán Cobos –que declaró ayer por videoconferencia desde la sede de la Fiscalía azteca en Michoacán (México) en relación a esos encargos de consultoría bajo sospecha– negó al instructor, según fuentes jurídicas, que fuese él el administrador de hecho de la sociedad.
Aunque también debía comparecer por videoconferencia otro trabajador de Neurona, Waldemar Aguado –que se encargó de coordinar los trabajos electorales para la formación morada–, éste no declaró finalmente porque algunos abogados de los investigados pretendían interrogarle sobre unos documentos que no pudieron ser localizados.
Según esas mismas fuentes, Cobos dejó claro al titular del Juzgado de Instrucción número 42 que él no se encargaba de gestionar el personal, por lo que no sabe nada en relación a los trabajadores de la consultora. Sí identificó, sin embargo, a varias personas que –según explicó– trabajaron en ese campaña para Podemos como «freelance». Quien mandaba en Neurona, aseguró Cobos, eran los socios de la consultora, corroborando lo que dijo al instructor Elías Castejón.
El testigo –que no mencionó en ningún momento a Juan Carlos Monedero, investigado en la causa– sí asumió como un error suyo que el «machote» (borrador) del contrato con Podemos llevase fecha de 27 de febrero de 2019, un mes antes de que Neurona Comunidad se constituyese en España. Se equivocó, precisó, porque «no revisó bien la fecha».
Y en relación a la orden que trasladó a Elías Castejón de pagar 308.000 euros (en ocho facturas) a Creative Advice Interactive Group, la presunta empresa fantasma en la que Neurona delegó supuestamente parte de los trabajos electorales para Podemos, Cobos negó la mayor.
Según explicó, esa cantidad no estaba vinculada a los encargos electorales de Podemos, sino que correspondía a una «deuda anterior» anterior» con la citada empresa por trabajos de márketing que nada tenían que ver con la formación morada.
Preguntado por el abogado de Podemos –el partido está investigado en la causa como varios altos cargos morados– sobre si ese dinero retornó en algún momento al partido que lidera Ione Belarra, el testigo fue tajante al indicar que eso no sucedió «en ningún caso» y que los servicios sí se prestaron y no fueron simulados. Los trabajadores contratados por Neurona, recalcó, «vinieron a España» y se les pagó como «freelance».
El exadministrador de Neurona Comunidad, Elías Castejón, defiende que él no era quien tomaba las decisiones y que su papel se limitaba a la mera gestión de la consultora (pago de impuestos, inscripciones registrales, gestión bancaria, etc.). Según declaró Castejón (que ejerció el cargo de administrador hasta enero de 2020), su único interlocutor era precisamente Germán Cobos, que fue quien le habría trasladado la orden de pago (respaldada por una de las socias de la consultora, Andrea Edlin López Hernández) de 308.000 euros a Creative Advice Interactive Group.
Según contó Castejón a Escalonilla en noviembre de 2020, Cobos fue también quien le ordenó que remitiera una copia del contrato entre Neurona Comunidad y Podemos a Waldemar Aguado (para acreditarlo su defensa aportó ese correo al juzgado). Lo hizo por mensajería urgente el 28 de marzo de 2019 y un día después ya estaba en manos de Aguado, que fue quien se encargó de facilitárselo a Podemos. El instructor siempre ha dudado de la veracidad de este contrato dado que el borrador llevaba fecha del 27 de febrero, un mes antes de la constitución de la filial de Neurona Consulting en nuestro país.
Para intentar acreditar que no era él quien tomaba las decisiones, la defensa de Castejón insistió una y otra vez en la necesidad de escuchar el testimonio de Cobos, una petición a la que accedió inicialmente el instructor, aunque posteriormente dio marcha atrás al considerar que podía demorar en exceso la investigación (por la obligación de gestionar su declaración por videoconferencia desde México).
Finalmente, fue la Audiencia Provincial de Madrid la que el pasado noviembre obligó al magistrado a practicar esta diligencia, tal y como pretendían tanto el ex administrador de Neurona Comunidad como Vox, que ejerce la acusación popular.