Archivan en tres días la denuncia de los padres del piloto de F-18 fallecido
► El CGPJ considera que no hay pruebas suficientes de que la juez filtrase el auto
Sus padres denunciaban que la filtración dañaba la reputación del teniente
«Vergonzoso, doloroso e inhumano». Así se han sentido los padres del piloto de F-18, el teniente Fernando Pérez Serrano fallecido en accidente aéreo en la Base de Torrejón en 2017, tras ver cómo la denuncia que interpusieron contra la juez Patricia Moncada –Titular del Juzgado Togado Militar Territorial núm. 11 de Madrid– ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por la posible comisión de una falta grave por presunta filtración a la prensa de datos e información contenida en el procedimiento sobre su hijo, ha sido archivada por «falta de pruebas concluyentes».
En dicho auto filtrado, la magistrada de la causa viene a «culpar» al piloto, que siempre había tenido un comportamiento personal y profesional excelente, de casi su propio fallecimiento al apuntar que tenía una actitud «errática». La filtración, publicada por un medio de tirada nacional, causó un «profundo dolor» en su familia, ya que daña la reputación y el buen nombre del teniente, número uno de su promoción y quien destacaba en numerosas áreas en el ejercicio de su trabajo.
Concha Serrano, madre del teniente Fernando Pérez Serrano, subraya la «increíble celeridad» con que actúa la justicia cuando se trata de archivar una denuncia contra una juez. Y es que ésta fue presentada el pasado 22 de abril, recibió el «aviso de recibo y admisión a trámite» el día 25 y se propuso el archivo del mismo el pasado 28 de abril. «¡Tres días!», subraya la madre delpilotodeF-18fallecido,mientras recuerda que «el procedimiento judicial por el accidente de nuestro hijo sigue abierto desde hace ya más de cuatro años y medio».
Concha Serrano no se explica cómo todas las quejas contra la juez Moncada, «acaben siempre archivadas». Y eso después de «haber sido denunciada en variasocasionesporpersonasafectadas en las causas», además de ser considerada como una «pésima instructora», tanto en la judicatura militar como en general en todo el ámbito militar, y «cuyos procedimientos duran años», además de ser una «fuente de problemas y malestar a todos los niveles, tanto judiciales como militares».
El CGPJ alega en su escrito de archivo que «quien formula la queja –padres del piloto fallecido– no disponen de prueba directa alguna que acredite de manera indubitada cuál es la fuente de los datos» que filtró el auto a un medio. Considera además que, al ser una acumulación de indicios, es «débil e impreciso» en lo que se basa la presunción esgrimida, por lo que «hace que ésta no trascienda del ámbito de la mera sospecha» y por tanto estima que «podría haber otras autorías» filtradoras; «desde el fiscal, los secretarios relatores o el personal que tramita los procedimientos», apunta.
La madre del teniente fallecido recuerda que, en su caso, la denuncia presentada se basaba en «numerosas pruebas indiciarias, pero claro, los indicios son eso: rastros, huellas, señales. Imposible llegar a más sin la adopción de medidas que solo otro juez puede acordar». Recuerda que el mismo medio y mismo autor publicaron hasta cuatro noticias sobre procedimientos en fase de instrucción. «No hay que ser muy lince para saber quién puede ser» el filtrador, ya que no en todos los casos están los mismos personados y sí la misma juez.
Concha Serrano ya no cree en la justicia terrenal y mientras, pide que «sus amigos y conocidos no crean en las mentiras vertidas contra su hijo».