«Los talibanes nos hacen sentir como enterradas en vida»
► Un edicto obliga a las presentadoras afganas a cubrirse el rostro con el «burka»
perdido momentáneamente la batalla, pero prometen seguir librando una guerra a largo plazo por sus libertades. Solo desde el 22 de mayo, tras casi un mes desde que el líder supremo, Hibatullah Akhundzada, exigiera a las mujeres cubrirse por completo en público, las presentadoras de la televisión afgana se han resignado a cumplir con la nueva restricción del régimen talibán. El Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio recordaba que el edicto obliga a las periodistas a cubrirse con «burka» ante las cámaras.
«Hemos resistido y nos hemos hemos opuesto a llevar máscaras», lamentaba la presentadora de TOLOnews Sonia Niazi. El director de la cadena afgana, Khpolwak Sapai, admitía que la organización «fue forzada» a cumplir con el edicto talibán. El decreto dictado por Akhundzada amenaza con castigos a los jefes que protejan a las periodistas que se resistan a cumplir la nueva orden talibán.
Una de las presentadoras estrella de los informativos de la noche en la televisión afgana, cuyo nombre se ha mantenido en el anonimato, se ponía el sábado 21 delante de las cámaras con una máscara de color negro en señal desafiante de protesta. «Fue uno de los días más duros de mi vida. Nos han hecho senHan tirnos enterradas en vida», confesaba la periodista de 27 años a la cadena Al Yazira. «Me siento como si hubiera dejado de ser un ser humano. Como si hubiera cometido un gran crimen y por ello Dios me ha convertido en una mujer en Afganistán. ¿Qué ley impone en el mundo a las mujeres cubrirse el rostro en televisión?», deploraba sin poder contener las lágrimas.
Con el paso del tiempo cada vez hay menos dudas de las verdaderas intenciones de los talibanes en Afganistán, atrás los primeros meses de promesas de moderación. Si al comienzo de esta segunda experiencia en el poder aseguraban conformarse con que las mujeres cubrieran su cabello con un pañuelo, ahora no parecen dispuestos a tolerar más rostros femeninos en la televisión.
La orden de Akhundzada es clara: el «chadri –otra denominación para el burka– es tradicional y respetuoso». «Las mujeres que no sean ni demasiado jóvenes ni demasiado mayores deberán cubrirse el rostro cuando se enfrenten a un hombre que no sea miembro de su familia» para evitar provocaciones, reza el edicto dictado por el líder supremo. Desde su regreso al poder en agosto del año pasado, las mujeres tienen prohibido viajar solas y las adolescentes no están autorizadas a recibir enseñanza secundaria.
En el caso particular de la profesión periodística, estas medidas están expulsando a las mujeres de los medios. El 79% de las periodistas afganas aseguraba en una encuesta del Sindicato de Periodistas haber sido insultadas y amenazadas –física y verbalmente– desde el regreso de los talibanes. En el mismo estudio, el 60% de las mujeres periodistas afirmaba haber perdido sus puestos de trabajo desde agosto de 2021.
Pero la conciencia entre los afganos, sobre todo las generaciones más jóvenes, de ser sujetos de derechos individuales es cada vez más intensa. Al igual que cada vez son más las mujeres afganas que expresan en público, superando el miedo a los integristas, su rechazo a las medidas impuestas. En un gesto no menos valiente y poco habitual, sus compañeros masculinos expresaron su repulsa ante la imposición talibán.
El 60% de las peiodistas ha perdido su trabajo desde el regreso de los integristas