La guerra de los mundos
► Los Celtics, su tradición y su defensa, se medirán a los Warriors y su ataque en las Finales de la NBA
Desde la madrugada del viernes (03:00, #Vamos), Golden State Warriors y Boston Celtics, dos de los tres equipos fundadores de la NBA, lucharán por el anillo en la temporada que conmemora el 75 aniversario de la Liga estadounidense. El relato de las Finales ratifica la capacidad de la NBA para ofrecer un producto único. El orgullo, el trabajo colectivo y la defensa de los Celtics ante el equipo que ha reinventado el juego desde el lanzamiento exterior y con el ataque más desequilibrante del mundo. Universos distantes, dos formas de entender el baloncesto y la vida.
Juancho Hernangómez, que fue un «celtic» durante 18 partidos, asegura que en Boston «eran egoístas y no se hacía equipo». Pues esos jugadores han devuelto a la histórica franquicia a una final 12 años después. Primero superaron a los Nets de Durant e Irving. Luego cayeron los vigentes campeones en el séptimo partido en Boston y por último, los Heat sucumbieron en Miami también en el séptimo capítulo (96-100). La franquicia más ganadora de la historia –igualada a 17 títulos con los Lakers– no gana el anillo desde 2008 cuando derrotó a los Lakers de Kobe y Gasol. Fue el único título desde el logrado en 1986 cuando el jefe de la franquicia era Larry Bird. Los Celtics han disputado tres finales de Este en los últimos cinco años y las habían perdido todas hasta lo de ayer en Miami.
Su temporada ha ido de menos a mucho más. Mediado enero bastante tenían con estar peleando por la última plaza de los playoffs (20 victorias y 21 derrotas), pero en la segunda mitad de la temporada se han convertido en una trituradora. Nadie defiende como ellos y en los playoffs –18 partidos disputados por los 16 de los Warriors– no han perdido dos encuentros seguidos. Jayson Tatum, ganador del primer trofeo Larry Bird al mejor jugador de la final del Este, es su referente. En el séptimo partido ante los Heat jugó con una muñequera de púrpura y oro con el 24 de Kobe Bryant. Alero, 24 años y capaz de hacer de todo. Como su mejor escudero, Jaylen Brown, que fue el líder de los jugadores en las protestas contra el racismo hace un par de años. A su lado, el elegido como mejor defensor de la Liga, el temperamental Marcus Smart. Y una cuadrilla de secundarios en la que sobresale el dominicano Al Horford. Con 36 años es el jugador que más partidos de playoff ha tenido que disputar en su carrera (141) para alcanzar las Finales. Nadie en la plantilla tiene experiencia en luchar por el anillo.
Todo lo contrario que los Warriors. Disputarán sus sextas Finales en ocho años. Han ganado tres anillos en este periodo y regresan a la serie decisiva después de no haber jugado los playoffs en las dos últimas temporadas. Los de San Francisco cuentan con el factor cancha, pero los Celtics pueden presumir de ser el único equipo con balance positivo ante los Warriors en la primera fase desde que Steve Kerr llegó al banquillo (9/7).
En los actuales Celtics hay otras dos figuras decisivas. Brad Stevens dejó el banquillo la temporada pasada para convertirse en director deportivo y apostó por Ime Udoka como técnico. Udoka tiene pasado como jugador en la ACB. Militó en el Gran Canaria y en el UCAM Murcia. ¿Su recuerdo? Tipo serio, duro, concentrado, nada egoísta, que hacía de todo y con una mentalidad rocosa. Después de ser un jugador residual en Lakers y Knicks llegó a los Blazers y se asentó en la Liga donde jugó más de 300 partidos. En el banquillo tuvo uno de los mejores maestros, Gregg Popovich. Siete temporadas en los Spurs, un año en los Sixers y otro en los Nets hasta que Brad Stevens le reclutó y ahora los Celtics pelean por su decimooctavo anillo.