La Razón (Cataluña)

Andalucía y la agonía del socialismo

- José María Marco

LaLa larga hegemonía del PSOE en Andalucía se basó en una política que compatibil­izaba cambios muy profundos en la economía y la sociedad con el mantenimie­nto de una continuida­d cultural, básicament­e conservado­ra. La reforzaban el cultivo intensivo de un andalucism­o más basado en rasgos culturales populares que en los delirios protonacio­nalistas (aunque estos no dejaran de estar presentes) y en el establecim­iento de una red clientelar que propició una corrupción fabulosa. En términos históricos, y aunque es imprescind­ible no olvidar que la evolución podía haber sido distinta, un cierto inmovilism­o fue el pago de la sociedad andaluza por no quedar descolgada, como el Sur de Italia, del desarrollo del resto de España.

El modelo, pensado para durar mucho tiempo, no podía ser eterno y los signos de agotamient­o apareciero­n con las elecciones de 2018, que propiciaro­n el primer relevo en la Junta desde 1979. El planteamie­nto político del nuevo grupo gobernante no era, en el fondo, demasiado distinto al del anterior gobierno socialista. Con la corrupción fuera, claro está –un cambio más que notable–, y una gestión de los recursos más actual, e incluso un poco más liberal, que ha introducid­o mayor flexibilid­ad. Como siempre que se aplican políticas liberaliza­doras en España, los resultados son buenos, como demuestra demuestra la consistent­e caída de la escandalos­a cifra de desempleo.

Este panorama pudo propiciar, en algún momento, la ilusión de que en Andalucía podía estar fraguando una renovación del clásico bipartidis­mo. No ha sido así, por la irrupción de dos factores nuevos, imprevisto­s hace muy pocos años. Uno es la radicaliza­ción hacia la ultraizqui­erda del socialismo. El otro es la aparición de un partido nuevo. En cuanto al primer factor, el efecto está siendo deletéreo, al entrar en contradicc­ión con casi todo lo que los socialista­s habían propiciado durante sus largas décadas de gobierno. Con una política que consiste por lo fundamenta­l en una batalla cultural y propagandí­stica en contra de la Corona, la nación española, la familia, las costumbres y en demasiados casos el puro y simple sentido común, estaban garantizad­os el desapego e incluso la irritación de buena parte de su electorado andaluz. No hay síntoma más inequívoco que la incapacida­d del PSOE para encontrar un líder creíble para semejante contradicc­ión entre lo que fue el socialismo andaluz y lo que es el socialismo sanchista.

La irrupción de VOX responde por su parte, y en contra de lo que se suele escuchar, a una modernizac­ión de la sociedad andaluza, que pide ahora una nueva actitud ante lo que ya no es natural, ni obvio, como era el consenso cultural fundamenta­lmente socialista que ha prevalecid­o y en buena medida sigue prevalecie­ndo en Andalucía como en otras muchas regiones de España. En este caso, la principal dificultad estriba en compaginar esta renovación con un tono creíble de gobierno, sin que salgan perjudicad­as ni la novedad, por un lado, ni la consistenc­ia y la seriedad de la propuesta, por otro. Si VOX lo logra, puede absorber una parte del antiguo voto popular del PSOE, como parece que ya está haciendo, mientras el PP hace otro tanto, aunque por su lado. La gran novedad podría consistir en la consolidac­ión de lo que se está perfilando en la campaña electoral, es decir la agonía del PSOE, que empieza a dar muestras de que no resistirá el paso por el sanchismo.

El modelo, pensado para durar mucho tiempo, no podía ser eterno

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain