Holodomor, genocidio ucraniano
de Kiev; siempre ha sido rusa –lo que se compadece mal con la historia– y, actualmente, debería ser una provincia rusa, dado que el derecho a independizarse fue un error histórico que debe corregirse (lo que no parece muy conforme con el derecho nacional e internacional).ConsideraPutinqueelactualgobierno de Ucrania es nazi y un peligro para Rusia, y retuerce la historia al confundirla con su particular percepción de la extinta Gran Rusia, que parece que pretende desempolvar. Estas dos visiones de la misma realidad ha propiciado la brutal guerra de agresión rusa contra Ucrania, así como la feroz resistencia de esta última, que partiendo de una situación de inferioridad militar, le está impidiendo a Putin, de momento, alcanzar sus objetivos.
La versión de Putin encierra un enorme desacierto que, en mi opinión, la deslegitima profundamente. Consiste en la negación y olvido del episodio que posiblemente cambió para siempre el pensamiento de los ucranianos respecto de sus vecinos: la cruel e inhumana hambruna padecida en Ucrania entre 1931 y 1932 que causó, según las estadísticas más fiables, históricos incluyen decretos dirigidos directa y exclusivamente a Ucrania, como los que ordenaban cerrar su frontera, incluir docenas de sus granjas colectivas y aldeas en las listas negras y vincular de manera implícita el fracaso del acopio de cereal con la ucranianización», según Applebaum.
Se ha acreditado que la causa de la hambruna ucraniana fue la incautación forzosa de los productos agrícolas a la población rural, y por ello,intencionada.Suobjetivo,ademásdedesviar esos productos a otras zonas de la URSS, fue doblegar y «sovietizar» a Ucrania, es decir, atacar y destruir la identidad ucraniana, porque «la hambruna de 1931 y 1932 y la crisis económica general de Ucrania dieron al régimen estalinista una excusa para adoptar medidas preventivas contra el movimiento nacional ucraniano»
A Holodomor también se le conoce como «Holocausto ucraniano», o «Genocidio ucraniano», y es que Holodomor fue un episodio ampliamente estudiado por el jurista Raphael Lemkin, quien acuñó el término genocidio combinando la palabra griega «genos», (raza o nación), con la latina «cidio», (asesinato), siendo el principal impulsor para su reconocimientocomodelito. LemkinidentificólaUcraniadeaquellaépocacomoel«ejemploclásico» del concepto, y añadió: «Es un caso de genocidio; de destrucción no solo de individuos, sino también de una cultura y de una nación».
Holodomor dejó una huella imborrable en la conciencia ucraniana, no solo por el brutal daño individual y colectivo infligido por los soviéticos, sino además por su negación y persecución durante décadas. Putin sigue negándolo, lo que le inhabilita para hacer un juicio histórico correcto, de manera que su brutal guerra de invasión, con sus crímenes, no hace más que incrementar la brecha existente entre Ucrania y Rusia. Quizás para siempre.