Puig llama a «superar el ineficaz centralismo»
► En el 40 aniversario de L’Estatut, el presidente valenciano pone el ejemplo de la factoría Volkswagen como fruto del autogobierno
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, remarcó ayer, durante los actos de conmemoración del cuarenta aniversario de l’Estatut d’Autonomia, que el autogobierno «son los hospitales que nos atienden, el metro que nos lleva a trabajar, las escuelas donde los niños aprenden tres lenguas, las universidades que democratizan las oportunidades, la atención a la dependencia y las políticas que reactivan la economía».
Pero sobre todo, el autogobierno son dos hechos actuales, según el president: «La lucha contra la pandemia y la llegada de Volkswagen».
Ximo Puig cerró ayer el acto de conmemoración de los cuarenta años del Estatut d’Autonomia en el Palacio de las Comunicaciones (antigua sede de Correos) de la ciudad de Valencia, ante representantes de la clase política, la sociedad civil, el sector empresarial, cultural, representantes de las fuerzas de seguridad o del poder judicial, entre otros.
Un acto al que no asistieron representantes del PP ni de Ciudadanos, por el lema elegido «Fent País» que atribuyen a un velado intento de anexionarnos a los Països Catalans. Tampoco asistió Vox por su proclamada intención de acabar con la España de las autonomías.
El president dijo que el «sustrato» del Estatuto es hoy la obligación de respetar identidades diversas, eliminar agravios territoriales y superar «todos los centralismos», y reclamó que a corto plazo se ponga fin «a todos los centralismos», porque el centralismo «es injusto, es ineficiente y es más propio del siglo XIX que del siglo XXI». La realidad es «policéntrica» y por tanto «nadie debe ocupar el centro en solitario». Puig enfatizó que los valencianos no son «una isla» y quieren «hacer país» más allá del Senia, del Segura y del embalse de Contreras.
Por lo demás, el acto organizado desde la Conselleria de Participación que dirige Rosa Pérez Garijo tuvo un corte marcadamente nacionalista con las actuaciones de Al Tall y Diluvi. El histórico grupo valenciano eligió para abrir su actuación la canción A Miquel Grau, militante comunista asesinado por la extrema derecha en Alicante en 1977, y que dista de tener un carácter de celebración del aniversario. El Tío Canya, cantado junto a los jóvenes componentes de Diluvi, fue dedicado a aquellos valencianos de la ciudad de Valencia que solo hablan en castellano, la otra lengua también oficial.
Además, intervino el exdirigente sindical Joan Sifre quien reivindicó un Estatut «heredero de derechos históricos de Jaume I» y justificó que el lema «Fent País» hace referencia a un territorio y una sociedad con ligaduras de lengua y cultura. Sifre dijo que «en los próximos meses queremos que todo el territorio se llene de actividades de todo tipo y para todas las edades. Que la ciudadanía se sienta implicada en un aniversario que es suyo». Y pidió «a todas las entidades que os suméis y organicéis vuestras actividades» y concluyó con un aforismo de Joan Fuster: «entre el bien y el mal podríamos aspirar a la alegría».
Por su parte, el expresidente Joan Lerma, que lo fue desde 1982 a 1995 y que fue el primer titular de la Generalitat con el Estatut en vigor, explicó que «fue el noveno estatuto que se aprobó pese a que fuimos los primeros en empezarlo. No fue posible aprobarlo según el artículo 151 de la Constitución que otorgaba las máximas competencias porque el gobierno de UCD nos recondujo al 143. Esto nos retrasó durante muchos años y por eso fuimos después de las autonomías históricas».
Explicó que había un dilema: aceptar competencias sin presupuesto o no aceptarlas. Y se optó por aceptarla para luego poder reivindicar recursos. Lerma lamentó el «mucho tiempo perdido» y pidió que «no volvamos a perder el tiempo. Dividir a los valencianos por motivos políticos limita las posibilidades de la sociedad».