La guerra en Ucrania dispara en España la aceptación de la OTAN
► El 87,1% está de acuerdo con la participación de nuestras Fuerzas Armadas en misiones de la Alianza Atlántica en el exterior
EnEn la última semana de junio, tendrá lugar en Madrid la Cumbre de la OTAN 2022, en un momento trascendental para la Alianza Atlántica, en estado de alerta por la invasión rusa de Ucrania, algo que tiene a la ciudadanía pendiente por las implicaciones que supone.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sondea recurrentemente la opinión pública española sobre temas de la Defensa. El último barómetro publicado fue el «Informe de Resultados del XII Estudio del CIS: Defensa Nacional y Fuerzas Armadas», que data de 2017. Con el actual gobierno no se ha llevado a cabo ninguna investigación de esta naturaleza.
En este XII estudio del CIS, encontramos que el 64,6% de los ciudadanos afirma que la actuación de las Fuerzas Armadas contribuye mucho o bastante al prestigio internacional. Mientras que tan solo en 28,7% considera que poco o nada.
Cerca de los dos tercios de los ciudadanos manifiestan tener una buena o muy buena imagen de nuestras Fuerzas Armadas, concretamente el 65,1%. En el polo opuesto se contabiliza un 8,0% de las opiniones en sentido negativo. Por otro lado, el 21,3% opina que la imagen es regular.
En 2014 Putin provoca el momento más crítico hasta entonces desde el final de la Guerra Fría en Europa, con la invasión de la península de Crimea y la guerra en la región sureste del Dombás, territorios pertenecientes a Ucrania. La respuesta de la OTAN no se hizo esperar. El cuartel Supremo Aliado para Europa ordenó un despliegue operativo aéreo con cazas para proteger a los países de la Atlántica fronterizos con la Federación Rusa. Desde 2015 nuestro Ejército del Aire está presente en los cielos orientales europeos ejerciendo de policía aérea ante las provocaciones rusas.
En este contexto, el 54,1% de los ciudadanos afirmaba que existía un conflicto internacional que representaba una amenaza para la seguridad de los españoles o de sus intereses. El consenso para la participación de nuestras Fuerzas Armadas en misiones de la OTAN en el exterior, es muy elevado, resultando hasta el 87,1% de los ciudadanos está de acuerdo, frente a un reducido 7,4% contrario.
Lo que los españoles ven como más positivo de nuestra acción militar en el exterior es que logra aumentar la confianza internacional en nuestro país, así, un 56,1% se muestra convencido de ello. En segundo lugar, con el 51,6%, se opina que esta participación aumenta la seguridad en España.
Tras ocho años de guerra en la región del Dombás, se produce la invasión de febrero de este año a gran escala del territorio ucraniano. El 1 de abril las tropas rusas son rechazadas por el ejército ucraniano a veinte kilómetros de Kiev. Ante la incapacidad militar rusa, el Kremlin comienza a conAlianza centrarse en objetivos que requieren menor esfuerzo militar y que al ser territorios fronterizos faciliten la logística, como el Dómbas y el sur ucraniano.
A este respecto, el Instituto Elcano publicó en febrero la 42ª Oleada BRIE. En ella aparecía un dato muy significativo, el 80% de los españoles estaba a favor de nuestra pertenencia a la Alianza Atlántica. Porcentaje jamás alcanzado anteriormente y sustancialmente mejor que el registrado en el referéndum de nuestro ingreso en la OTAN de 1986, con un 54% de respaldo popular.
La amenaza que representa Rusia ahora, y la URSS hace 36 años, han sido fundamentales para fortalecer entre los españoles la necesidad de tejer lazos defensivos con nuestros socios europeos y del otro lado del Atlántico. La Unión Soviética movió todos sus hilos para que fracasase en España el referéndum de 1986. Tras las derrotas electorales del PCE en 1977 y 1979, y su definitivo hundimiento en1982, el vetusto Partido Comunista ya no era un instrumento atractivo para las masas. Se crea en abril de 1986, a dos meses del referéndum, una coalición política, liderada desde la sombra por los comunistas, que esconde por primera vez la hoz y el martillo y se alía con pequeños partidos de la izquierda para presentar un rostro más amable y disimular su obediencia al PCE y su simpatía con Moscú. Nace así Izquierda Unida. Tendrá su bautismo de fuego en esta campaña anti-OTAN, que perderá.
Por otro lado, el citado estudio de Elcano evidencia que han cambiado las percepciones de amenaza para España, desplazando a Rusia como principal peligro y pasando a ser Marruecos y el Yihadismo los principales temores de la población española.