Un homenaje a quienes no están, incluida una perra
► Estas cuatro historias muy personales de Andrzej Stasiuk reúnen conceptos tan universales como el de la familia, la pérdida y la enfermedad
somos objetivos, la última obra de Stasiuk (Varsovia, 1960) publicada en nuestro país podría resumirse como un libro breve compuesto por cuatro historias, pero cómo apelar a estas neutras descripciones tras haber respirado una atmósfera que te resguarda de lo cotidiano, cómo salir indemne de esta campana de cristal en la que se disfruta de una exquisita belleza formal utilizada con tanto afecto como precisión para hablar de personas «perdidas» pero presentes. Fue la abuela quien le enseñó a contar escuchando sus historias de muertos y espíritus, y también a tejer urdimbres y tramas. A ella dedica el primero de los relatos; tras su muerte la imagen de su rostro aparece a menudo en su vida, ella le contaba «la historia de…», siempre de personas que habían fallecido, por eso la muerte es la gran protagonista del libro y llega acompañada por sus perseverantes compañeros de viaje: la enfermedad, el dolor, el sentimiento de pérdida, la nostalgia y la tristeza.
Tras la historia de la abuela, la de un amigo escritor y su terrible enSi ferm edad ,« Augustyn », seguida por «La perra» que emocionará a los que hayan tenido el privilegio de disfrutar de la compañía de una mascota. Se cierra el libro con «Grochów», un amigo que «se va» en un hospital y deja al autor un reguero de recuerdos felices, de una amistad vivida entre viajes, aventuras, música y coches. Uno de esos libros que no se olvidan.
Lo mejor
Cómo muestra que el dolor por la pérdida se acompaña con el recuerdo de momentos felices
Lo peor
Que no tenga muchas páginas más el libro para disfrutar de su bellísimo lenguaje