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► George R. R. Martin publicó en 1996 «Juego de tronos», primer tomo de una saga literaria que, gracias a HBO, se ha convertido en un fenómeno mundial no sin polémicas
No le tenga cariño a nadie, ni al que parezca que por protagonista será intocable. No se fíe, y aprenderá en algún punto de la historia a ni siquiera escandalizarse. Son ambas actitudes necesarias para quien se enfrente a «Canción de hielo y fuego», la multipremiada saga literaria creada por George R. R. Martin que, quizá, sea más conocida por el título de «Juego de tronos». La serie de HBO se encargó de convertir estas páginas donde absolutamente todo puede ocurrir en un auténtico fenómeno. El primer tomo, que es el que da nombre a la serie protagonizada por Kit Harington y Emilia Clarke, se publicó en 1996, y desde entonces le han sucedido «Choque de reyes» (1998), «Tormenta de espadas» (2000), «Festín de cuervos» (2005) y «Danza de dragones» (2011). Pero ese mapa cargado de reyes, sucesores, familias, venenos, espadas, batallas, enanos Lannister y dragones Targaryen no termina ahí, sino que aún faltan dos títulos por lanzarse: «Vientos de invierno», en cuya escritura se encuentra actualmente Martin, y «Sueño de primavera».
Aunque ya de por sí la trama de esta saga literaria es compleja y enrevesada, es posible que el carácter y personalidad de Martin la supere con creces en términos de descaro. El autor, además de ser una figura consolidada en la literatura de ficción, es conocido por sus, a veces, desconcertantes declaraciones. Sin entrar en quién debía ocupar el Trono de Hierro –la polémica sobre el final de la serie fue la comidilla de sus seguidores durante varios meses–, Martin se ha pronunciado más de una vez sobre sus fans, que parecen odiar aquello de lo que supuestamente son seguidores. «¡Si no te gusta la serie, no la veas! ¿Cómo se ha vuelto todo tan tóxico?», se preguntaba el escritor en una entrevista a «The Independent»: «He visto algunas de las películas de Marvel que se emitían en los 70 y no volví a verlas porque no me gustaron mucho, pero no me volví loco y empecé a escribir cartas de odio», añade.
Nadie es imprescindible
Más allá de que Martin esté harto de sus propios seguidores, esos que se han encargado de hacer que su obra sea inmortal, el autor también se ha llegado a pronunciar sobre la propia serie de HBO. Si bien el escritor se mostró sorprendido ante la rapidez con la que la ficción había llegado al último capítulo, pues él no había ni terminado de crear la historia, tuvo la gran idea de proponer un final diferente. Poco importaba que la producción hubiese llegado a su fin, les prometió a sus seguidores un desenlace diferente. «Mi retraso hizo las cosas un poco extrañas, porque la serie iba por delante y tomaba direcciones diferentes. Ahora, todavía estoy trabajando en el libro, pero ya veréis mi final cuando salga», apuntó.
No obstante, de no ir las cosas despacio en palacio, jamás habríamos conocido una serie literaria de tal calidad creativa. No le falta ningún detalle a una historia concienzuda que, tan solo en el tomo de «Juego de tronos», se narra en 1.088 páginas. Una obra compuesta de 72 capítulos, cada uno escrito desde la visión de un personaje diferente. Algo lógico si se tiene en cuenta que nadie es permanente ni imprescindible si existe gracias a George R. R. Martin.