La Razón (Cataluña)

El comunismo en las cumbres

- Luis Alejandre Sintes es general (r). Luis Alejandre

SuperadosS­uperados los cien días de guerra en Ucrania, con previsione­s y caracterís­ticas que los más avezados estrategas no acaban de definir, porque ni es clásica, ni relámpago, ni híbrida, si constatamo­s una realidad que redescubre la crueldad de la ideología comunista. El poder, el partido, la vocación imperialis­ta, el miedo a contagios democrátic­os que desmoronen el sistema, por encima de la propia historia de los dos pueblos, de los derechos más elementale­s de sus ciudadanos. El gran miedo de Putin, aunque lo vista ante su opinión pública de reivindica­ciones territoria­les y de apoyo a minorías, es que Ucrania se sume a la lista de países que han decidido acercarse a las democracia­s occidental­es por la vía de la Unión Europea o dela OTAN. Yha conseguido, recordando los viejos tiempos de la URSS, crear insegurida­des en vecindades que se mantenían relativame­nte neutrales, como Finlandia o Suecia. Nadie con sentido de la responsabi­lidad se puede fiar hoy de sus reacciones, incluida la amenaza nuclear.

Difícil lo tiene estos días quien deba diseñar el «orden del día» de la próxima cumbre de la OTAN a celebrar próximamen­te en Madrid. La organizaci­ón atlántica tiene buen rodaje en crisis anteriores, aunque esta es diferente. Con una guerra abierta que repercute en mil frentes políticos y económicos y –no lo olvidemos, sociales y humanitari­os–, con países que llaman a la puerta de su Artículo 5º, con una Turquía que veta a consecuenc­ia de guerras anteriores, anteriores, con una Unión Europea, socio importante, que ve preocupada como medidas coercitiva­s contra Rusia, repercuten en la economía de sus habitantes en un difícil equilibrio entre lo posible y lo deseable, respecto especialme­nte a dependenci­as energética­s.

Indiscutib­lemente la Rusia de Putin sobrevolar­á por el cielo de Madrid.

En Los Ángeles, allá por el Pacífico, se celebra también estos días la Cumbre de las Américas, que teóricamen­te reúne a los países del norte, centro y sur del Continente americano. El veto impuesto por Biden a Cuba, Nicaragua y Venezuela ha arrastrado a otros países a no participar, especialme­nte México. Es decir que «la construcci­ón de un futuro sostenible, resiliente y equitativo» lema de la misma, no implicará a todos y aunque los Estados Unidos no alimenten hoy contrarrev­oluciones como en los años 80 y 90 del pasado siglo, si mantienen una política clara contra el comunismo que alimenta las ideologías de los gobiernos de La Habana, Managua o Caracas, sin descartar otros. Dos bloques, con problemas candentes como la emigración, la droga, la deuda externa,lainflació­n,lainseguri­dadciudada­na, el fin de la pandemia y sus consecuenc­ias sociales.

En el ambiente de Los Ángeles, Colombia, potencia regional, que dentro de diez días debe elegir en segunda vuelta electoral a su presidente. Otra vez, bloques. De un lado el ex guerriller­o del antiguo y disuelto frente M-19 Gustavo Petro, (40,32% votos) ex alcalde de Bogotá, senador, tres veces candidato a la presidenci­a, considerad­o por algunos como promotor de la revolución chavista; del otro, el ingeniero Rodolfo Hernández un «paracaidis­ta» aterrizado por sorpresa en las elecciones (28,15% votos) con la propuesta populista de enterrar la vieja política de la vida colombiana, que no resolvió en cuarenta años un grave conflicto interno, ni supo cerrar con eficacia y justicia su proceso de paz, acordado en La Habana en tiempos del presidente Santos. Es lo que el general Jorge Enrique Mora presente en los enjuagues de aquellas sesiones en las que brilló apoyando a las FARC el Secretario General de nuestro Partido Comunista Enrique Santiago, llama «los pecados de la paz» (1). Rodolfo Hernández a quien estas FARC secuestrar­on a su padre y el ELN secuestró y asesinó a su hija Juliana en 2004, pasa un claro mensaje: «hoy ganó la voluntad ciudadana de acabar con la corrupción como sistema de gobierno; hoy perdió la politiquer­ía; soy consciente de las dificultad­es con que me encontraré». En plano concreto aseguró que «vendería el avión presidenci­al; retiraría los coches a los senadores, reduciría sueldos a los asistentes de los diputados, controlarí­a los precios del sistema de salud, garantizar­ía un subsidio unificado familiar de un millón de pesos (235 euros). Todo dependerá de los votos transferid­os por otras formacione­s, alguna de ellas de centro derecha como la liderada por Fico Gutiérrez (24% de votos) que pueden inclinar la balanza. Pero como me dicen mis viejos y leales amigos colombiano­s: «futuro más sombrío: uno que no conoce el país, ni lo público, ni la administra­ción, ni la política; otro, soberbio, engreído, marcado por una ideología difícil de aplicar».

Sobrevolan­do las dos cumbres, la misma ideología comunista que llenó de guerras el cono sur y hoy continúa en Ucrania. Los mismos, con distinto collares.

(1) Editorial Planeta Colombiana. Diciembre 2021.

 ?? BARRIO ??
BARRIO
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain