«La Revolución Verde» en proceso de Moreno
► Tras el anuncio electoral, una de las leyes estrella de la Junta de Andalucía no se aprobó por tan sólo dos días
El Gobierno del cambio ha estado marcado por diferentes estrategias a lo largo de la legislatura, pero si algo ha caracterizado estos casi cuatro años ha sido el estímulo que se le ha dado a las políticas medioambientales.
Una de las primeras medidas que llevó a cabo el Gobierno de Moreno fue la unión de la agricultura y el medio ambiente en una única consejería con el objetivo de conectar a los entes del sector primario «que mejor cuidan del campo». Junto a ello, la ganadería también ha sido pieza clave, tal y como han demostrado a lo largo de la legislatura y se escenifica ahora con la última foto del líder popular andaluz con su «talismán» la vaca Fadie, a la que conoció en los comicios de 2018 en una explotación cordobesa y a la que ahora ha vuelto visitar para que le de «la misma suerte que hace cuatro años».
También la pesca y la caza han tenido un especial protagonismo. Esta última materia, en la que rivalizan PP y Vox para conseguir un mayor puñado de votos en elecciones, emplea a más de 45.000 personas en Andalucía, de las que 12.000 son directas. El sector cinegético cinegético es un motor fundamental para las zonas rurales, genera 71 millones de euros de beneficios directos y constituye la tercera actividad deportiva con más licencias. De hecho, una de las últimas medidas de Juanma ha sido bonificar las licencias de caza para impulsar esta practica.
De otro lado, Andalucía es una de las comunidades más afectadas por el cambio climático, por lo que este Gobierno ha tratado de poner sobre la mesa políticas como el desarrollo de la Ley del Cambio Climático, que entre otras cuestiones, ha dotado de herramientas a los ayuntamientos para que aprueben sus planes de calidad de aire según la normativa europea. En este sentido, Europa ha reconocido las buenas prácticas de la Junta de Andalucía en materia ambiental a través del Plan Andaluz de Acción por el Clima y los proyectos de carbono azul.
En todo este proceso, Moreno ha abanderado la llamada Revolucíón Verde, que ha tenido como máxima expresión la creación de la Ley de Economía Circular en Andalucía (LECA), un buque insignia que ha naufragado antes de zarpar. Tras las numerosas tempestades que ha atravesado, el Proyecto de Ley culminó su tramiQuizás tación en comisión con los apoyos de Ciudadanos y PSOE, de forma que solo faltaba un último viento a favor para poder ser aprobada, pero el líder popular anunció el adelanto electoral en la comunidad y por dos días -los que faltaban para el Pleno- no pudo salir a flote la ley estrella de Moreno.
Esta legislación tiene como objetivo fomentar el consumo responsable, luchar contra la obsolescencia programada; así como reducir los residuos. Asimismo, pretende contribuir al crecimiento económicos sostenible y la generación de empleo de calidad en la comunidad. Sin embargo, se ha quedado en papel mojado, por lo que sería una de las asignaturas pendientes de la próxima legislatura si el PP vuelve a reeditar su mandato.
Los populares también han dado total protagonismo a la política de aguas con una inversión de 1.500 millones de euros repartidos entre depuración de aguas, mantenimiento de presas, obras de abastecimiento y una apuesta por las aguas regeneradas. Esta partida supera el presupuesto de fondos europeos destinado a las políticas hídricas, que es de 1.400 millones de euros.
porque el agua es un recurso base para la economía o porque la agricultura representa un 11% del PIB en Andalucía y un 10% del empleo, el candidato popular ha vuelto a poner el foco en esta materia y ha anunciado una «revolución del agua» en la próxima legislatura acompañada de un segundo plan de aguas regeneradas y un plan forestal.
La sequía también ha sido protagonista en el mandato y ha contado con inversiones autonómicas y estatales; si bien muchos afectados critican que estas cuantías están desequilibradas en lo que respecta a la Cuenca Mediterránea y a la del Guadalquivir, la zona más afectada por este problema.
El debate medioambiental ha calado en la comunidad durante este mandato pero también ha contado con polémicas como la Proposición de Ley sobre los regadíos en Doñana, que incluso ha llegó a la Eurocámara a través de la oposición, quienes tildaban de «engaño» a los agricultores de la zona con «una propaganda barata» que no se cumplirá.
En definitiva, la clave del futuro medioambiental de Andalucía pasa por encontrar el equilibrio entre las políticas consevacionistas y las más reformistas.