No recuerdo

MiraMira que se pueden decir patochás, expresión andaluza que significa tonterías, en una campaña electoral, pero las que se están diciendo en estas elecciones no las había visto nunca, o sí, pero no me acuerdo por aquello de quedarse una con lo importante. No recuerdo haber visto un candidato que se comprometa a subir los impuestos como ha hecho el socialista Espadas queriendo recuperar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, a no ser que quiera que Moreno repita de presidente de Andalucía, porque más que sumar votos, los espanta.

No recuerdo haber visto, excepto con Espadas, que un candidato exija a su adversario que firme ante notario que no formará gobierno con determinada formación política. No sé si con esa patochá quiere favorecer el voto útil para su adversario y favorito en las encuestas, Moreno, o que éste le regale el gobierno si no obtiene mayoría absoluta y la izquierda no suma votos.

No recuerdo que con los precios por las nubes, la pérdida de poder adquisitivo, el despilfarro público sin control y con el mayor caso de corrupción, los ERE, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, apele al «orgullo rojo» para que los andaluces voten a Espadas, exconsejero de Chaves y Griñán, ambos condenados por corrupción.

No recuerdo que, pese a los vientos desfavorables hacia el PSOE en todas las encuestas, se usara el insulto personal llamando «tontopollas» a Feijóo por alabar Granada a la vez que reivindicaba la belleza de Galicia, porque como dijo el filósofo griego Diógenes: «El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe». No recuerdo que un presidente de Gobierno diga que la oposición le estorba habiéndole apoyado en la Ley de Seguridad Nacional. «La ignorancia se mide en la cantidad de insultos que usan cuando no tienen argumentos para defenderse», Paulo Coelho.

Las tonterías que se dicen en estas elecciones no las había visto nunca