La Razón (Cataluña)

El deporte es política

► Arabia Saudí y Qatar invierten grandes cantidades de dinero en eventos globales como una forma de posicionar­se en el mundo

- José Aguado.

Ahora el golf, pero antes fueron los coches, el boxeo y por supuesto el fútbol. El dinero de los países del Golfo Pérsico, de Arabia Saudí y de Qatar es una tentación demasiado fuerte para que los grandes eventos deportivos no caigan rendidos ante esa millonaria tentación, pese a la deslocaliz­ación, la ruptura con las tradicione­s o como en el caso del Mundial de fútbol de este año, el cambio total de fechas y modificaci­ón del calendario. El dinero es demasiado goloso como para no hacerle caso. Desde la Supercopa de España hasta un Gran Premio de F1, de la disputa del Dakar, hasta el Mundial de balonmano, donde los aficionado­s locales se aprendían los cánticos de las seleccione­s para dar un poco de color a las gradas. Si no te han llamado de Arabia Saudí o de Qatar para organizar una competició­n, es que no eres un deporte con un público global.

Son países sin apenas tradición deportiva en los espectácul­os de masas, pero que en los últimos años han volcado su excedente excedente económico en patrocinar el deporte. No es una acción altruista: «Hay una política muy ofensiva para organizar grandes eventos deportivos, para atraer personas, para transmitir otra imagen de Arabia Saudí por todo el mundo», aseguraba a AFP la francesa Carole Gomez, investigad­ora en geopolític­a del deporte en el Instituto de Relaciones Internacio­nales y Estratégic­as (IRIS) en París. Más duro era el comunicado de Amnistía Internacio­nal cuando en marzo se celebró el Gran Premio de F1: «Todos estos eventos no son sino parte de una ambiciosa campaña que tiene un nombre: blanqueo deportivo, o lo que es lo mismo, enseñar al mundo un país abierto y reformista cuando en realidad la situación de los derechos humanos es todo lo contrario a modernidad y reformismo», aseguraba.

Con el deporte se consigue que se hable de ellos con expectació­n y sin que se haga referencia a su falta de libertad para la mujer, de democracia o de derechos humanos. «Arabia Saudí tiene una necesidad geoestraté­gica de posicionam­iento internacio­nal, sabe que no es una democracia homologada a nivel internacio­nal, y está haciendo lo que algunos denominan ‘‘sportwashi­ng’,’ pero no sé hasta qué punto hay una estrategia premeditad­a como la de Qatar, que iba vinculada a convertir su economía en no tan dependient­e de los hidrocarbu­ros. Esto no lo veo en Arabia Saudí», contaba a Efe, Xavier Ginesta, profesor de marketing deportivo de la Universida­d de Vic.

Rompen el mercado, como se ve en el golf o ahora en la venta de fichajes del mundo del fútbol y cambian las referencia­s. Es una revolución total que no parece tener fin. «Estos países están viendo que les sale a cuenta, ¿cuántos movimiento­s contestata­rios ha habido contra el Mundial de Qatar o la Supercopa de España en Arabia Saudí?» se pregunta en Efe el profesor Xavier Ginesta.

«¿Cuántos movimiento­s contestata­rios ha habido al Mundial?», pregunta un experto

 ?? REUTERS ?? Infantino, presidente de la FIFA, junto a su homólogo de la Federación de Emiratos Árabes
REUTERS Infantino, presidente de la FIFA, junto a su homólogo de la Federación de Emiratos Árabes

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain