Moncloa se acoge a la UE para resolver la crisis con Argelia
► Asegura que Gobierno y Europa trabajan para restablecer las relaciones
Hasta hace bien poco, España mantenía buenas relaciones diplomáticas con Marruecos y Argelia. Sin embargo, la entrada de Podemos en el Gobierno comenzó a perturbar las relaciones con la monarquía alauita por los mensajes públicos en apoyo al Sáhara y las decisiones de los últimos meses han terminado por dinamitar los equilibrios de España entre los dos países, que mantienen una gran rivalidad por la hegemonía del Magreb. Se recosieron confianzas con Marruecos a costa de romper puentes con Argelia, generando un problema diplomático en el que la Unión Europea se ha visto obligada a intervenir. Tanto es así que el Gobierno ya involucra al «club de los 27» en este asunto para intentar darle una solución porque puede tener graves consecuencias económicas para España.
Así las cosas, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, aseguró ayer, en una visita a la Santa Sede tras ser recibido en audiencia privada por el Papa Francisco, que tanto el Gobierno como las instituciones europeas trabajan para restablecer «cuanto antes» las relaciones con Argelia. Bolaños señaló que la posición del Gobierno respecto a Argelia la había fijado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, tras viajar a Bruselas el pasado viernes y que tanto el Gobierno como la UE desean que se restablezca la normalidad en las relaciones diplomáticas con este país lo antes posible. Así, indicó que esperan que «continúe» el tratado de amistad y buena vecindad entre Argelia y España, que se encuentra suspendido desde la semana pasada.
Argelia decidió congelar las relaciones diplomáticas con España después de que Sánchez confirmara el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados su giro histórico respecto al conflicto del Sáhara: apoyó el plan de Marruecos de ofrecer autonomía a la antigua colonia española española en vez de apoyar su derecho a la autodeterminación. En su intervención parlamentaria, el presidente del Gobierno evitó hacer mención alguna de Argelia, que, pocas horas más tardes, anunciaba que suspendía el Tratado de Amistad con España, una circunstancia que puede traer malas consencuencias en materia económica y social: por un lado, es uno de nuestros principales suministradores de gas; y, por otro lado, puede quedar comprometida la colaboración en la lucha contra el terrorismo y en la contención de la inmigración. «El Gobierno y las instituciones europeas lo que van a hacer es trabajar continuamente para que cuanto antes se restablezcan las relaciones comerciales, económicas, culturales y de todo tipo con Argelia», señaló ayer Bolaños al ser preguntado sobre las novedades en el conflicto con el país vecino. El Gobierno también ha querido agitar el fantasma de Rusia, insinuando que detrás de la reacción de Argelia podría estar Putin.
Argelia, de momento, eso sí, ha querido aclarar que en ningún momento ha dicho que vaya a incumplir sus «compromisos contractuales» de suministro de gas. La república magrebí también se ha mostrado muy crítica con la reacción que ha tenido la Unión Europea, que ha amenazado con «represalias comerciales» si no reconduce las relaciones con España.
Bolaños asegura que espera que «continúe» el tratado de amistad con Argel La UE mantiene contactos con el país magrebí para reconducir las relaciones