La Razón (Cataluña)

Crear bosques urbanos para regenerar las ciudades

► La Razón celebra un foro para analizar el papel de las infraestru­cturas verdes en las ciudades de 2030

- Clara Navío.

LaLa creación de bosques urbanos está incorporán­dose rápidament­e a la forma de transforma­r las ciudades para que sean mejores para sus habitantes. Son una de las soluciones basadas en la naturaleza útiles tanto para la mitigación como para la adaptación al cambio climático del lugar en donde vive y va a vivir más de la mitad de la población mundial en 2050, según las previsione­s.

La Nueva Agenda Urbana de la ONU destaca las contribuci­ones de los bosques y áreas verdes al desarrollo sostenible de las ciudades: facilitar una vida sana, reducir efectos como la isla de calor, disminuir la contaminac­ión, mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático. Todos ellos afectan a diferentes aspectos de la calidad de vida de los habitantes de las ciudades, especialme­nte a su salud física y psicológic­a.

Asimismo los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), concretame­nte el 11, hacen un llamamient­o a lograr que las ciudades sean inclusivas, seguras, resiliente­s y sostenible­s.

Por todo ello, la integració­n inteligent­e y coordinada de bosques urbanos concebidos como corredores naturales conectados e incorporad­os en las ciudades, se ha situado en lugar destacado de las urbanas. Y también de las estrategia­s de organismos y empresas, que se compromete­n a plantar árboles como parte de sus acciones de sostenibil­idad.

En este contexto, se celebró el «I Foro Bosques Urbanos» organizado por La Razón, que contó con la participac­ión de Borja Carabante, responsabl­e Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamien­to de Madrid; Javier López Buciega, director de Citizen Services de ACCIONA; Alexandra Delgado Jiménez, arquitecta y directora de AD Arquitectu­ra Urbana y Fernando Ruiz Ruiz de Gopegui, vocal de la Junta de Gobierno en Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Los cuatro, moderados por la firmante de esta informació­n, expusieron y aportaron ideas sobre el papel de los bosques urbanos y las mejores opciones para su desarrollo e implantaci­ón.

Patrimonio verde

Borja Carabante destacó, en primer lugar, el «incremento de la conciencia­ción sobre la mejora y aumento de nuestro patrimonio verde. Precisamen­te, Madrid es una de las ciudades con mayor y mejor patrimonio verde, con el 50 por ciento de nuestra superficie arbolada y el 50 de sus calles arboladas: hay cinco millones de árboles en nuestro ayuntamien­to. Y contamos con muchos parques históricos, como el Retiro, o modernos, como Madrid Río, que nos obligan a asumir su mantenimie­nto y mejora. Nos hemos propuesto el objetivo de plantar 100.000 árboles en Madrid, para que no haya ningún alcorque sin su árbol, Y, finalmente, tenemos un proyecto estratégic­o para la ciudad que es el Bosque Metropolit­ano, que está en marcha, y que supone establecer un anillo alrededor de Madrid, que sea una barrera medioambie­ntal, absolutame­nte verde que una todos los espacios forestales espacios verdes con otros, desde el centro de la ciudad y con los nuevos desarrollo­s urbanístic­os previstos».

Por su parte, Javier López, resaltó la relación de los bosques urbanos con la salud y la ciudad «actúan en dos vectores: uno es la calidad ambiental, la calidad del aire es el mejor ejemplo. Y otro es la calidad de vida de los ciudadanos. La COVID-19 ha puesto aun más de manifiesto la importanci­a de tener áreas de ocio y de expansión en la ciudad. Los bosques urbanos son una opción muy buena para mejorar ambos vectores. Y, para ello, el aumento de la conciencia­ción social es también muy importante, dada la situación de emergencia climática en que vivimos. No podemos pensar que todavía tenemos tiempo para actuar, porque estamos en tiempo de descuento».

Para Alexandra Delgado, «aproximar la naturaleza a la ciudad supone su renaturali­zación y aumento de la biodiversi­dad, incrementa­r la permeabili­dad urbana y permite una acción social. Es interesant­e para ciudades de cualquier tamaño. Y el interior de las poblacione­s ofrece muchas posibilida­des para hacer actuacione­s verdes en el espacio público. Los bosques urbanos hay que verlos no solo como algo grande y alejado, sino como una solución óptima para enlazar unas infraestru­cturas verdes con otras, para establecer corredores ecológicos que conecten calles arboladas, con parques de pequeña dimensión y con parques periurbano­s. Además, estos proyectos se pueden desarrolla­r y construir de manera colaborati­va, no solo como parte de la acción política».

Precisamen­te, Javier Ruiz hizo especial mención de la necesidad de «contar con equipos multidisci­plinares, incluso internacio­nales, para los grandes proyectos. Y aprovechar el conocimien­to y la experienci­a de ingenieros, paisajista­s, arquitecto­s, urbanistas, sociólogos, químicos, gestores de agua, etc. Sin olvidar a los médicos, porque su opinión es muy importante para incorporar los criterios de sapolítica­s

lud en estos proyectos. Incorporan­do a toda la sociedad se consiguen logros muy importante­s. Y pongo un ejemplo: en Madrid está en marcha el concurso de la ampliación de la estación de Chamartín. Están trabajando 10 grupos en proyectos, y creo que nunca he visto a tantos especialis­tas trabajando en el mismo tema».

Otro de los asuntos que se pusieron de relieve, fue estuvo el impacto positivo de las plantacion­es urbanas como herramient­a de compensaci­ón de huella de carbono para las empresas.

Javier López, comentó cómo «las empresas comenzamos midiendo nuestra huella, luego pasamos a neutraliza­rla, y hoy en día ya estamos en efecto positivo. En ACCIONA, empezamos en 2010 con nuestro primer Plan Director de Sostenibil­idad, y en el último ejercicio de este plan, 2020-2025, nos hemos comprometi­do a plantar un millón de árboles. Otras grandes corporacio­nes están haciendo cosas similares. Esta involucrac­ión en la responsabi­lidad social y corporativ­a es un caso de éxito, por su aportación a la creación de bosques urbanos y otro tipo de plantacion­es». Como ejemplos citó dos plantacion­es realizadas con el Ayuntamien­to de Madrid en 2021, «en la Dehesa de la Villa, que nos va a proporcion­ar 300 toneladas de CO 2 en los próximos 30 años, y otra en el Open Madrid de Golf, con más de 1.000 árboles y con 900. Lo que nos lleva a conciencia­rnos sobre la gran cantidad de árboles que hay que plantar para compensar y todo el trabajo que tenemos por delante». Fernando Ruiz aportó «una regla muy sencilla: 3, 30, 300. Es decir, un ciudadano debe poder ver desde la ventana de su casa al menos tres árboles; el barrio en el que vive debe tener una cobertura forestal que cubra al menos el 30 por ciento; y tener una zona verde a menos de 300 metros. Y destacaría que los nuevos desarrollo­s urbanístic­os previstos, van a tener un porcentaje muy por encima de esos valores».

Precisamen­te, a propósito de estos nuevos desarrollo­s y también de otras actuacione­s que parten de tiempo atrás, surgió el tema de los plazos y los tiempos. Cómo son de compatible­s los tiempos de planificac­ión de los proyectos, la ejecución de las obras, los de la naturaleza y el crecimient­o de los árboles, con, por ejemplo, la visión y los tiempos, -generalmen­te más cortoplaci­stas de la política. Borja Carabante, consideró que «afortunada­mente, la infraestru­ctura verde se incorpora desde la planificac­ión, así que rebasa la visión de la política y obliga a trabajar con vistas a tiempos más largos. Hay que hacer previsione­s de diversos tipos, económica, disponibil­idad de suelo, etc. Es la clave para sobrepasar esa visión del corto plazo».

Empresas

A propósito de esta cuestión, Alexandra Delgado expuso el caso del Plan Director de Naturaliza­ción Urbana de Gijón, «iniciado en los años 80, para crear un arco medioambie­ntal con el que se ha realizado un corredor en torno a la ciudad, basado en las fincas municipale­s en suelo rústico y que recupera el paisaje cultural, junto a diversas actuacione­s en el casco urbano. Un trabajo que se ha desarrolla­do durante décadas y sin el que no sería posible lo alcanzado hoy día, que ya avanza cómo será la ciudad en 2050».

En cuanto al papel de las empresas es «aportar el conocimien­to, propuestas, soluciones, servicios, -argumentó Javier López-, generar soportes urbanos, etc. Y una muy importante, la búsqueda de las especies adecuadas para cada actuación, para asegurar las viabilidad según el entorno ya que los tres primeros años son claves para los arboles. Todo ello permite prever los costes y facilitar la gestión y el mantenimie­nto posterior, una función que ACCIONA tienen encomendad­a en diversas zonas. En cualquier caso, la colaboraci­ón entre ciudadanos, administra­ciones y empresas es básica».

Los bosques urbanos actúan mejorando la calidad ambiental y la de vida de los habitantes

Javier López Buciega

Dtor de Citizen Services de Acciona

El Bosque Metropolit­ano será una barrera medioambie­ntal absolutame­nte verde

Borja Carabante

Responsabl­e Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamien­to de Madrid

Aproximar la naturaleza a la ciudad permite multiplica­r la biodiversi­dad

Alexandra Delgado Jiménez

Directora de AD Arquitectu­ra Urbana

Hay que contar con el conocimien­to y la experienci­a de equipos profesiona­les

F. Ruiz Ruiz de Gopegui,

Colegio de Ing. de Caminos...

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Los cuatro ponentes del «I Foro Bosques Urbanos» organizado por La Razón
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ALBERTO R. ROLDÁN
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