Un sinfín de planes hacia el interior
Más allá de la costa, Cádiz sorprende por su naturaleza, tradición y gastronomía
ConCon el verano ya instalado casi por completo entre nosotros desde hace días por culpa de las altas temperaturas, resulta inevitable que la imaginación eche a volar pensando en las próximas vacaciones. La provincia de Cádiz es, por méritos propios, uno de los destinos más anhelados para el verano gracias a sus 138 kilómetros de playas, calas y ensenadas que invitan a perderse ya disfrutarde los mejores atardeceres del sur de España.
La provincia deCádizp resume de playas con historia como la de Trafalgar, frente a la que se libró la famosa batalla, y playas de película como la de La Caleta. Hay playas pioneras en Europa como la Victoria, en conseguir la certificación de gestión medioambiental de la U E, y playas decolorescomo las de Tarifa, con el vértigo de los fly-surf y sus cometas.
Sin embargo, la provincia deCádizesc ondeen su interior un sinfín de posibilidades que invitan al viajero a disfrutar de un verano diferente sin necesidad de pisarla arena de la playa–porque en el interior es posible sorprenderse con playas de otro tipo, como la de Arcos de la Frontera y la de Arroyomolinos de Zahara de la Sierra–. Las alternativas son numerosas y una de las que nunca defrauda es la ruta de los pueblos blancos, ideal para empaparse de la autenticidad gaditana. Este camino nos lleva hasta la sierra de Grazalema para recorrer un conjunto de municipios serranos que conforman un paisaje de postal que está aderezado por una deliciosa gastronomía y una histórica cultura. En esta ruta no debe faltar la visita a pueblos tan emblemáticos como Arcos de la Frontera, Bor nos, Algodonales, Olv era, Torre Alhá qui me, Setenil de las Bodegas, Ubrique, Villaluenga del Rosario, G raza lema, Ben am ah omaoZ ah ar a de la Sierra, desde donde se puede disfrutar de una de las estampas más idílicas del asierra gaditana con el embalse en primer plano. Fachadas de un blanco impoluto salpicadas de los vivos colores de las flores dan lugar a una imagen que queda grabada en la retina.
Fuera de la ruta de los pueblos blancos también merece la pena disfrutar de algunas joyas históricas de la provincia de Cádiz. Es el caso de Vejer de la Frontera, declarada Conjunto Histórico y que se asienta en una bella colina a cuyos pies discurre el río Barbate. El legado árabe se plasma en su arquitectura popular y en el urbanismo de barrios como el de la Judería. Imprescindible también es adentrarse en Jerez de la Frontera, pues pocos lugares en España gozan de un reconocimiento internacional. Gracias a su vino–el« jerez» o« sherry »-, la tradiciónecuestre y taurina, el flamenco y el motor, el nombre de esta ciudad andaluza hace mucho tiempo que traspasó fronteras.
Otra de las grandes sorpresas que esconde el interior de la provincia de Cádiz es Los Alcornocales, conocido como «la selva virgen de la península ibérica », dondehabitan el buitre leo nado, el búho real, las cigüeñas, águilas calzadas y halcones, así como ciervos, corzos, nutrias y meloncillos. Su microclima, muy cercano al de las zonas tropical es, ha favorecido la proliferaciónde una vegetación exuberante, casi impenetrable, mientras que su orografía se caracteriza por los «canutos»: estrechos y profundos val les fluviales. En Los Alcornocales se puede practicar el descenso de cañones, el piragüismo, visitar restos arqueológicos o dar un paseo en globo aerostático, lo que se convierte en la escapada perfecta para disfrutar de un verano diferente.
Más información en la página web www.cadizturismo.com.