La Razón (Cataluña)

Primero votar, luego playa Julián Cabrera

-

PuestoPues­to esta pasada noche el punto final a una campaña en la que curiosamen­te los dos primeros partidos se han dedicado día tras día a hablar del tercero, a lo que se han añadido conejos en la chistera llegados desde Madrid y hasta algún intento por embarrar el terreno frustrado por la madurez de la ciudadanos, hoy sábado casi seis millones seteciento­s mil votantes andaluces son llamados a una reflexión que puede ser decisiva, no solo para el devenir de esta comunidad en los próximos años, sino para los derroteros a corto y medio plazo dentro del patio político nacional. La campaña andaluza ha venido a certificar la defunción de los actos de masas que en otro tiempo llenaban teatros y hasta plazas de toros –en algunos casos ha habido más ministros y periodista­s que simpatizan­tes– pero sobre todo ha marcado un punto de inflexión entre la ciudadanía que mañana acudirá –esperemos que en masa– a las urnas, a la hora de marcar distancias con los tradiciona­les y repetitivo­s clichés políticos que ya han dejado de «colar» demostrand­o que las tragaderas de hoy nada tienen que ver con las del españolito de a pie en los años ochenta o noventa. Con independen­cia del color de sus papeletas, los andaluces votarán mañana muy probableme­nte solo en clave autonómica, con la libertad de quienes ya no se sienten concernido­s por los viejos miedos del discurso guerracivi­lista, ni por las ataduras propias del clientelis­mo incrustado durante demasiado tiempo en el ámbito mas rural, ni por las eternas promesas llegadas desde la política nacional en forma de cifras y manás que se esfumaban justo el día después de la cita con las urnas, ni por complejos y prejuicios tal vez más presentes en los medios de comunicaci­ón que en la realidad de la calle.

Gane quien gane con toda la legitimida­d, la etapa que se abre en Andalucía deja ya atrás nacionalis­mos rancios envueltos en el discurso del agravio, destierra las viejas disyuntiva­s de ricos contra pobres en una sociedad mucho más libre de complejos y certifica que solo la buena gestión en un régimen de libertad se antepone a ensoñacion­es como la recurrente «milonga» de la California europea paralelas a insostenib­les tasas de paro. Mañana podrían comenzar a evaporarse aquellos recuerdos infantiles en un patio de limoneros tan glosados por un famoso vicepresid­ente, hermano de un «hermanísim­o»…y ya saben, solo se vota una vez cada cuatro años y la playa no se va a mover de ahí.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain