Superar el suelo histórico que marcó Susana Díaz
► Se conjuran para que Moreno necesite a Vox y así debilitar la imagen de moderación de Feijóo
Que «la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana» es una máxima que Juan Espadas ha tenido tiempo de interiorizar durante esta campaña. Con las encuestas en contra, el vigor del socialismo andaluz es una sombra de lo que fue. En el cuartel general de los socialistas ya se preparan para digerir la derrota. Solo queda por dilucidar la dimensión de la misma. En 2018 Susana Díaz ganó las elecciones con 33 escaños, pero fueron insuficientes frente a una entente de las derechas que descabalgó al PSOE del poder después de 37 años de hegemonía. Fue una victoria agridulce, pero ahora ni siquiera podrán ni aferrarse a eso. Ninguna encuesta le da la primera posición al PSOE y el umbral de la debacle está instalado precisamente en esos 33 escaños.
Si Espadas aguanta en el suelo histórico que marcó Díaz, habrá que hacer una profunda reflexión, pero se sorteará renegando del «cambio de ciclo». Si, por el contrario, se baja de los 30 escaños, los cimientos del PSOE comenzarán a temblar a menos de un año para las municipales y autonómicas, en las que el partido tendrá que poner a prueba su músculo territorial. En la sala de máquinas socialista se conjuran para que el PP no tenga una mayoría suficiente y necesite a Vox para gobernar. Un nuevo pacto con la formación de Santiago Abascal, tras Castilla y León, se utilizará por Sánchez como elemento de desgaste para atacar la imagen de moderación de Albero Núñez Feijóo.
La única fuerza que va a frenar a la ultraderecha es el PSOE. Lo haremos con un proyecto ambicioso»
Juan Espadas Candidato del PSOE