Luz verde de Bruselas a Ucrania
► La Comisión recomienda dar a Kyiv el estatus de país candidato, pero le exige poner en marcha duras reformas democráticas
LaLa Comisión Europea dio ayer luz verde en su informe a que Ucrania sea candidato a ingresar en la UE. Un paso que no ha resultado demasiado sorprendente después de que el jueves los jefes de Estado y de Gobierno de Francia, Emmanuel Macron, Alemania, Olaf Scholz, Italia, Mario Draghi, y Rumanía, Klaus Iohannis, se desplazaran hasta el país para mostrar su apoyo a que Ucrania forme parte de la familia europea.
Pero esta puerta abierta tiene condiciones. Bruselas exige que el país haga sus deberes y, entre ellos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha recordado la necesidad de que Kyiv avance en la independencia del sistema judicial, la lucha contra la corrupción, la protección de las minorías y el cerco a los oligarcas. «El proceso está basado en los mérito, lo que significa que los progresos dependen enteramente de Ucrania», señaló tras reconocer que «los ucranianos están dispuestos a morir por la perspectiva europea. Queremos que vivan con nosotros el sueño europeo». El próximo examen del Ejecutivo comunitario llegará a finales de 2022 y no es un mero trámite.
Tal y como recordó Von der Leyen, nos encontramos ante un camino «dinámico». La última reforma del proceso de adhesión busca que este sea más exigente y que nada pueda darse por sentado. A partir de ahora, es posible reabrir capítulos de las negociaciones que se daban por cerrados e incluso suspender las negociaciones si Bruselas considera que se están sufriendo retrocesos en algunos ámbitos. Por eso, en diciembre nada impide a las instituciones europeas incluso puedan revocar este estatus de candidato. De hecho, la decisión tomada ayer no implica que el país puede acceder a los fondos de preadhesión. De momento, Ucrania ha recibido dinero de emergencia y sus importaciones al territorio comunitario no están sujetas a aranceles.
Kyiv presentó su candidatura a finales de febrero, tan solo cinco
días después de haber sufrido la invasión rusas y la concesión del estatus de candidato ha pulverizado récords por su rapidez. A pesar de este paso fuertemente simbólico, la letra pequeña no es tan halagüeña para Ucrania.
Aunque Bruselas entiende que la guerra lo complica todo, también cree que hay medidas que se pueden tomar de manera relativamente rápida. Por ejemplo, la puesta en marcha de una nueva normativa para elegir a los jueces del Tribunal Constitucional basada en la integridad y profesionalidad de los candidatos, un mayor énfasis en la lucha contra la corrupción con la elección de un nuevo fiscal en este terreno y de un director para la oficina Anticorrupción y que la persecución contra el blanqueo de capitales esté de acuerdo a los estándares internacionales. Además, aunque Bruselas celebra que el país es el único de su entorno que ha adoptado una ley antioligarcas, quiere que esta norma se aplique de manera efectiva y pone el foco en la reforma pendiente para proteger a las minorías y mayores poderes para los reguladores independientes del sector audiovisual.
Pueden pasar años o incluso décadas hasta que esta adhesión sea plenamente efectiva, como bien lo sabe Turquía, que consiguió ser candidato en 1999 y cuyo proceso de entrada en el club comunitaria se encuentra en punto muerto desde hace años. Actualmuy hay otros cinco países aspirantes: Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania. En el caso del primer y el último –que recibieron el estatus de candidato en 2005– este paso no ha sido acompañado de avances en el proceso de adhesión, ya que las negociaciones todavía no se han abierto formalmente por el veto de varios países. Bosnia y Herzegovina y Kosovo todavía no han recibido la luz verde.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se reunirán el próximo jueves y viernes en la capital comunitaria para decidir por unanimidad si dan luz verde a la concesión de este estatus para Ucrania. En las últimas semanas, las capitales europeas estaban divididas. Mientras los países del Este presionaban en este sentido, Alemania, Francia, Países Bajos, España y Luxemburgo consideraban que no había que precipitarse, ante el peligro de que los países de los Balcanes que llevan tiempo esperando se sientas discriminados. Macron es uno de los que había hablado con una mayor claridad en este sentido, teniendo en cuenta que París ha sido la capital que más ha luchado para endurecer el proceso.
La Comisión Europea también dio ayer su luz verde a que Moldovia reciba el estatus de país candidato a la UE, pero considera que en el caso de Georgia son necesarios más esfuerzos.
Desde San Petersburgo, Vladimente, mir Putin, declaró no tener «nada en contra» de una posible adhesión de Ucrania a la Unión. «La UE no es una organización militar, sino un bloque político, a diferencia de la OTAN. Por lo tanto, siempre hemos dicho que nuestra posición aquí es coherente y comprensible», defendió en el Foro Económico Internacional.
Mientras Ucrania llama a las puertas de la UE, Boris Johnson, el «premier» de Reino Unido, el único país que ha salido del bloque comunitario viajó ayer a Kyiv. Reino Unido continuará proveyendo ayuda militar para que el Ejército ucraniano logre «expulsar al agresor» ruso, prometió Johnson tras reunirse con el presidente Volodomir Zelenski.