Vacunas sin patente para los países pobres hasta 2027
► El acuerdo alcanzado en la OMC tras 20 meses de debates irrita tanto a las farmacéuticas como a las organizaciones humanitarias
Tras más de 20 meses de intensos debates y una eclosión de propuestas de todo tipo, la Organización Mundial de Comercio (OMC) ha alcanzado un acuerdo sobre la exención de las patentes de las herramientas para contener la Covid-19. Según esta decisión, aquellas regiones en vías de desarrollo que no tengan capacidad existente para fabricar dosis de las vacunas podrán beneficiarse de una liberalización de, mínimo, cinco años. Este periodo será prorrogable por el Consejo General de la OMC teniendo en cuenta las situaciones excepcionales de la pandemia en cada uno de estos países. Por lo tanto, la decisión afecta exclusivamente a las vacunas, a los países sin recursos y durante un periodo de unos cinco años.
Sin embargo, en el acuerdo publicado contempla un apartado relativo a medicamentos y medios de diagnóstico que permite deducir que la liberalización llegue más allá de los sueros: «A más tardar seis meses después de la fecha de la presente decisión, los miembros adoptarán una decisión sobre su ampliación a la producción y el suministro de medios de diagnóstico y tratamientos contra la Covid-19». Además, el texto alienta a los países en desarrollo con capacidad existente de fabricar vacunas contra la Covid-19 a que «asuman un compromiso vinculante de no acogerse al acuerdo».
Esta resolución no ha sido bien recibida ni por las organizaciones humanitarias ni por la industria farmacéutica. Pese a sus posiciones contrapuestas, ambas comparten un sentimiento agridulce.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha manifestado su «profunda decepción» con «la falta de una verdadera solución global a los problemas de acceso». La propuesta presentada inicialmente por India y Sudáfrica en octubre de 2020 solicitaba la exención de la propiedad intelectual de vacunas, tratamientos y equipos médicos para la lucha contra el coronavirus en todos los países. Según opinan: «La incapacidad de acordar una verdadera exención de la propiedad intelectual en la OMC es un fracaso global devastador para la población de todo el mundo». Y denuncian que este acuerdo no ofrece, en general, una solución eficaz y significativa para ayudar a aumentar el acceso de las personas a las herramientas médicas necesarias durante la pandemia, ya que no renuncia de forma adecuada a la propiedad intelectual de todas las herramientas médicas esenciales para la Covid-19, y no se aplica a todos los países.
La organización humanitaria insta a los gobiernos a que adopten medidas inmediatas a nivel nacional para «dar prioridad a salvar vidas en lugar de proteger los intereses corporativos y políticos». Pide a los gobiernos que tomen medidas concretas para reformular el sistema de innovación biomédica, para suspender la propiedad intelectual sobre las herramientas médicas, para emitir licencias obligatorias sobre tecnologías médicas fundamentales que permitan superar las barreras de las patentes, y para adoptar nuevas leyes y políticas.