El Madrid manda de verdad
► A un paso del título ACB. Solidísimo partido de los blancos, que abrumaron al Barcelona a base de energía e intensidad y se regalan el primer «match ball» para ganar la Liga en casa José Manuel Martín. MADRID
AlAl descanso, Saras Jasikevicius miraba las estadísticas y a la cancha y no se podía creer que el Barcelona sólo perdiera por siete puntos. Su equipo no encontraba el nivel defensivo de la segunda parte del segundo partido, tampoco aparecía Mirotic como hizo el miércoles y su pintura estaba siendo literalmente arrasada por los jugadores del Real Madrid. Los malos presagios del técnico azulgrana se confirmaron con el paso de los minutos, porque poco a poco se fue transmitiendo al marcador lo que estaba sucediendo en el parqué, hasta que en el último parcial el Real Madrid enseñó músculo de verdad para volver a mandar en la final de la Liga Endesa, mantener el factor cancha de su lado y darse la oportunidad de levantar el título sin tener que volver al Palau Blaugrana a jugar el quinto choque.
Lo mereció el Real Madrid porque fue más intenso debajo de los dos aros y supo cambiar los caminos que otras veces le han llevado a la victoria. Parece claro que en este final de temporada no encuentra los altos porcentajes de triple de otros momentos, así que la mejor autopista hacia la canasera canasera la pintura, por mucho que el Barcelona sea el equipo que más sabe minimizar al gigante Tavares. De hecho fue Poirier el que ayudó a romper el marcador en el tercer cuarto con rebotes ofensivos, mates y tapones (61-50 min 30). Yabusele se unió a ese trabajo en la zona en el parcial definitivo con una energía que es la mejor de las virtudes del francés. Deck también fue un problema casi permanente para el Barcelona, pero el argentino usaba la pintura como zona de paso, para salir fuera, recibir el balón y castigar desde el triple. O bien penetrar cada vez que tenía un defensor más bajito.
En este tercer partido hubo un poco más de espacio para los punta tos y el baloncesto, con menos dureza que el segundo, pero siempre con el Madrid monopolizando la iniciativa. Volvió a ganar el primer cuarto el vigente subcampeón de Europa (21-16), como en todos los partidos de estos «playoffs», pero además se llevó los otros tres parciales, insinuando varias veces la escapada a la que respondía el
Barcelona como podía. Y lo hizo sobre todo con Kyle Kuric, que desempolvó su fusil para recordar que es principalmente un tirador. Acabó la noche como el máximo anotador de su equipo.
No fue suficiente la aparición del de Indiana ante un Real Madrid coral, en el que Llull demostró que su lesión va mejor con 7 puntos en sus primeros seis minutos. Adam Hanga se basta en la dirección de juego, porque se ha acostumbrado a ser base y además le pone carácter a cada una de sus acciones, como si tuviera algo pendiente con los que fueron sus ex. El que volvió a parecerse a su mejor versión fue Causeur, que también tuvo su ventanita en el partido con los puntos oportunos para contestar los parciales azulgrana.
Los de Pablo Laso, que cada día está mejor pero otra vez no se sentó en el banquillo, fueron empujando su diferencia máxima a favor con el paso del tiempo, hasta los 19 puntos del amanecer del último parcial (72-53, min 23). Para entonces el Barcelona ya empezaba a rendirse, agotado Mirotic en el banquillo y el Real Madrid arrollándolo a base de energía. Hasta 15 rebotes capturaron los blancos en territorio enemigo, que unidos a las pérdidas azulgrana (19) explicaban el marcador y que el Madrid tenga el «match ball» para levantar la Liga Endesa en casa.