Cambio de ciclo político en Colombia
► Sin confirmar si reconocerá el resultado oficial, el izquierdista Gustavo Petro denuncia irregularidades en la jornada electoral
Puntual abrieron las mesas de votación en Colombia para la segunda vuelta de las presidenciales, entre el izquierdista Gustavo Petro y el empresario Rodolfo Hernández. La jornada avanzó con tranquilidad y con la promesa del registrador nacional, Alexander Vega, de que «antes de las ocho de la noche habrá nuevo presidente». Fue el propio mandatario actual, Iván Duque, quien dio el pistoletazo de salida cuando depositó su voto apenas abrieron los colegios. «Tenemos una de las democracias más sólidas del hemisferio. Hoy tenemos que ir todos los colombianos a las urnas, sin miedos, sin intimidaciones, sin prejuicios a elegir al próximo presidente. Esta debe ser una fiesta de la democracia con confianza en las instituciones y veredicto del pueblo», dijo. Insistió en el despliegue de los cuerpos de seguridad para proteger la jornada electoral que calificó como una manera de defender la democracia colombiana.
Con él estuvo el ministro de Interior, Daniel Palacios, quien más tarde dijo tener información de «ciudadanos que se quieren concentrar, que piensan hacer manifestaciones». Recalcó que no habría justificación alguna para organizar protestas que alteren el buen desempeño del ciclo democrático que, al menos hasta la una de la tarde, no había producido incidente violento alguno.
La asistencia de electores fue masiva, con centros electorales mostrando largas filas. Más de 39 millones de colombianos estaban convocados a las 102.000 mesas repartidas en todo el país que cerraron a las cuatro de la tarde. Y las autoridades esperaban que la abstención alcance números significativamente menores con respecto a los últimos años.
Hernández fue el primero de los candidatos en votar. Lo hizo en su ciudad, Bucaramanga, a primera hora de la mañana y rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad. Hace varios días, el ingeniero había dicho que temía por su vida y suspendió participaciones públicas por supuestas amenazas. Ante decenas de seguidores, marcó su tarjeta de votación y la mostró públicamente antes de introducirla en la urna. Llamó a todos a votar y no hizo más declaraciones.
También por la mañana, Petro apareció en público. Primero fue a una iglesia de Bogotá para acudir a servicio religioso y luego acudió a su centro electoral en el sur de la capital de la que fue alcalde para marcar y mostrar también su voto en público. «Hoy tenemos indudablemente que derrotar cualquier intento de fraude con una votación masiva», llamó en una breve declaración. Evitó responder la pregunta de si reconocería los resultados aun si no le eran favorables, pero sí dijo que «hoy han entregado tarjetones previamente marcados con el voto en blanco. Por eso le pedimos a la ciudadanía que revise su tarjetón. Nos volveremos a ver en horas de la tarde cuando el pueblo nos designe como su presidente».
El registrador nacional le salió al paso. «Atacan el sistema, calumnian, desinforman. Después de las cuatro de la tarde tendremos resultados tranquilos. Hay que atacar la desinformación. Ya recibimos el primer informe de la auditoría y esta determinó que todos los «software» son transparentes», explicó Vega.
Las elecciones colombianas han sido de las más vigiladas. En el país se han desplegado ocho misiones electorales, 410 observadores internacionales, 33 ONG acreditadas y 55 veedurías. Para responder a las denuncias y dudas de que el «software» automatizado de escrutinio de la empresa española Indra no había tenido una auditoría internacional independiente, se divulgó un análisis técnico de la firma JAHV McGregor que determinó que el Sistema del Escrutinio Nacional «cumple con las especificaciones técnicas solicitadas por la Registraduría Nacional del Estado Civil, pactadas en el contrato de 2021, acordes con las funciones y el propósito para el cual fue desarrollado, en virtud del principio de transparencia».
El Gobierno de Iván Duque despliega a 30.000 policías y militares para evitar posibles protestas
La Registraduría Nacional también emitió en las redes sociales una llamada de atención a los candidatos sobre afirmaciones incompatibles con las normas. Poco antes, Petro había tuiteado: «Las mediciones nos ponen muy por encima sobre el otro candidato, todas serán publicadas. Lo único que nos queda ya por enfrentar es el fraude. Para hacerlo hay que votar. Cada jurado o testigo debe tomar fotos del E14 de su mesa y compararlo con el que publica la Registraduría». En Colombia la prohibición de encuestas comienza una semana antes de los comicios, y el mensaje de Petro fue publicado 19 minutos después de que las urnas se abrieran.
«Se reitera a las campañas políticas y a la ciudadanía que los únicos resultados válidos serán los emitidos por la Registraduría Nacional,
a partir del cierre de la jornada electoral y del preconteo de votos», respondió la institución electoral. «Ningún sondeo hecho por las campañas es válido. Llamamos a la responsabilidad a las dos campañas presidenciales».
«En la democracia la única medición válida es el escrutinio. No insista en crear un ambiente de fraude basado en chismes. Cómo así que el escrutinio que le favoreció con más de 500.000 votos el 13 de marzo sí fue válido y ahora lo que pretende hacer valer son sus ‘mediciones.’ Sea serio», le respondió en Twitter Hernández.
Hasta ayer, votaron en el exterior unos 900.000 colombianos con derecho a sufragio. El Registrador Nacional, Alexander Vega, admitió que «cuanto más ajustados sean los resultados habrá más tensión entre las campañas». esta campaña, esa contraposición fue encarnada por Gustavo Petro y Federico «Fico» Gutiérrez. Los sorpresivos resultados del 29 de mayo, en los que el ingeniero Rodolfo Hernández logró pasar a segunda vuelta, rompieron momentáneamente la dicotomía, porque tanto él como Petro representaron opciones de cambio frente el actual Gobierno. Sin embargo, con el paso de los días, nuevamente el tono de la campaña volvió a ser polarizador, mostrando a los dos candidatos como dos extremos opuestos, no necesariamente en sus propuestas, sino en su talante, estilo de gestión e incluso estilo de vida. Es incierto si el resultado de las elecciones va a dividir más a la sociedad. Probablemente la ciudadanía mantendrá porcentajes similares en la distribución de su ideología política.
¿Cree que Colombia no ha encontrado aún el camino de la paz pese a los acuerdos?
Hay que reconocer que la implementación del acuerdo ha avanzado, si bien de forma moderada. El instituto Kroc señala que del total de asuntos, el 30% se encuentra en estado completo, 19% intermedio, 36% mínimo y 15% sin iniciar. Adicionalmente, acaba de cumplir 5 años, lo que es un hito importante porque no todos los pactos de paz llegan a este punto. Esta trayectoria permite identificar que existen obstáculos para la implementación, pero también que algunos de los asuntos que se querían transformar mediante el acuerdo requieren de mayor tiempo y otros instrumentos de política pública a mediano y largo plazo. En ese sentido, no se puede esperar que su implementación impacte directamente en la prosperidad del país. En cambio, si nos preguntamos ¿cuál es nuestra paz posible? ¿se pueden ver aportes del Acuerdo en asuntos concretos: una disminución significativa en cifras de violencia armada, un alto compromiso de los desmovilizados con el proceso de reincorporación, inversiones en los territorios más afectados por la violencia a través de los Programas de Desarrollo con enfoque Territorial, aportes a la verdad sobre el conflicto gracias al trabajo de la Justicia Especial para la Paz y la Comisión de la Verdad. También ha permitido visibilizar conflictividades que estaban bajo la sombra del conflicto.