Defensa blindará la Cumbre con cazas y artillería antiaérea Fernando Cancio. MADRID
► El dispositivo militar de seguridad incluye helicópteros con tiradores de precisión y aviones AWACS de la OTAN
Cazas de combate en alerta, helicópteros preparados con tiradores de precisión, artillería antiaérea, sistemas antidrones... Las Fuerzas Armadas también protegerán, al igual que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Cumbre de la OTAN de la próxima semana en Madrid. Y lo harán en el marco de la que es una de sus misiones permanentes: la vigilancia del espacio aéreo. Eso sí, muy reforzada como consecuencia de la llegada a la capital de España de más de 40 delegaciones internacionales y en plena invasión de Ucrania por parte de Rusia. Un conflicto en el Este que, sin embargo, no frena la insistencia de España de que la Alianza mire más al flanco sur.
Así lo confirmó ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles, durante una rueda de prensa que ofreció junto al titular de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para explicar algunos detalles sobre esta Cumbre, la cual calificaron de «crucial» e «histórica». Según explicó, todo se gestionará a través del Mando Operativo Aeroespacial (MOA), cuya misión es la de vigilancia, vigilancia, seguridad, control y Policía Aérea en los espacios aeroespaciales de soberanía, responsabilidad e interés nacional.
Y como la gran mayoría de las delegaciones llegarán a la base Aérea de Torrejón de Ardoz, será ese lugar uno de los epicentros de la seguridad militar. Allí se encuentra el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de la OTAN, desde donde se controlan los movimientos de aeronaves en todo el área sur de Europa. Se establecerá un puesto de mando con un sistema vigilancia y control aéreo, que serán los ojos para detectar cualquier intrusión en el espacio aéreo, no solo de Madrid, sino también en sus alrededores.
En la misma base también estarán en alerta los cazas de combate F-18 del Ala 12, listos para despegar en apenas 15 minutos para interceptar cualquier aeronave sospechosa o sin identificar. Y aunque no los han nombrado, fuentes militares confirman a LA RAZÓN que ese refuerzo en la vigilancia del espacio aéreo obliga a contar con cazas preparados en otras bases, como Albacete, Morón o Zaragoza.
Pero además de con cazas, el Ejército del Aire también contribuirá con helicópteros NH-90 «Lobo» del Ala 48, «preparados para salir» de la base de Cuatro Vientos y que llevarán a bordo a tiradores de precisión del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC), los boinas verdes del Ejército del Aire. Hace unos días, la Fuerza Aérea informó en Twitter de que estaban llevando a cabo «misiones de adiestramiento en tiro de precisión con motivo de la cobertura de seguridad» de la Cumbre. Desde el aire también vigilarán el espacio aéreo español los aviones de alerta temprana AWACS de la OTAN, algo habitual en este tipo de reuniones.
Por último, al igual que en otros acontecimientos similares o como ya ocurrió en la boda del entonces Príncipe Felipe, el Ejército de Tierra proporcionará seguridad al espacio aéreo con una unidad de defensa antiaérea del Mando de Artillería Antiaérea, cuya base está en Madrid. A todos ellos también se sumarán dispositivos antidrones. Habrá «un refuerzo importante de la protección del espacio aéreo», sentenció Robles.
Flanco Sur
Más allá del dispositivo especial de seguridad, Albares y Robles insistieron una vez más en la en la importancia de que la OTAN no se olvide del flanco sur. España lleva mucho tiempo reclamando más atención a África, sobre todo tras la cada vez más fuerte presencia de Rusia, tanto con su Ejército como con el grupo mercenario Wagner.
Y tal es la importancia que nuestro país quiere darle a este área que Albares destacó que en la Cumbre participarán delegaciones de Mauritania y Jordania y que habrá una sesión de trabajo (y una cena a nivel ministros de Exteriores) para abordar las amenazas que vienen de la vecindad sur y que van ya más allá del yihadismo o los tráficos ilícitos. Por ello, confían en que el Concepto Estratégico que saldrá de la Cumbre hará una mención especial a la seguridad en ese flanco sur. Y para exigir esa mirada de 360 grados, ponen sobre la mesa las misiones en el flanco Este en las que participan militares españolas.
Pero también confían en que los aliados reconozcan las amenazas híbridas (ciberataques, inmigración irregular como arma de presión o chantaje energético). Eso sí, Robles y Albares insistieron en que ese reconocimiento de las amenazas del Sur «no va dirigido contra nadie. Nadie puede sentirse señalado. No va contra ningún país», apuntaron sin nombrar a Marruecos o Argelia.