Johnson se juega su futuro en dos elecciones parciales
► La oposición parte como favorita en Tiverton & Honiton y Wakefield
Tras la humillación recibida en una moción de confianza a su liderazgo en la que el 41% de sus propias filas votó en su contra, Boris Johnson recalcó que «absolutamente nada ni nadie» le impediría seguir ejerciendo su trabajo. Pero el electorado es soberano y hoy podría dictar su sentencia. El «premier» se enfrenta a dos elecciones parciales en las que se juega su continuidad en Downing Street.
En las últimas semanas, dos diputados conservadores se han visto obligados a presentar su dimisión por razones realmente excepcionales. Uno por ver pornografía en su teléfono en pleno debate parlamentario. Otro por ser condenado a 18 meses por agresión sexual a un menor. Esto obliga ahora a sacar las urnas en dos circunscripciones con característicascompletamente diferentes, pero que pueden dar las claves sobre las perspectivas del Partido Conservador en las próximas elecciones de 2024. Encaso de que Johnson no sea capaz de retener ninguno de los dos escaños, sus días como inquilino del Número 10 podrían estar contados.
Por un lado, el distrito de Tiverton & Honiton es mayoritariamente rural, con una población de gente mayor y con menos diversidad étnica que el promedio nacional. Los «tories» han mantenido el asiento desde su creación en 1997. En definitiva, es el tipo de bastión azul que debería estar garantizado.Sin embargo, los liberal demócratas se perfilan como serios candidatos en las encuestas. Por su parte, Wakefield, una antigua ciudad industrial localizada en el Muro Rojo del norte de Inglaterra, plantea un escenario completamente diferente. Los laboristas lo mantenían en su poder desde 1931, pero en las elecciones de 2019 Johnson consiguió lo que parecía imposible con su promesa de ejecutar el Brexit.
Mientras que perder Ti ver ton& Honiton sería catastrófico, perder Wakefield a manos de la oposición oposición laborista sería una señal inconfundible de que los conservadores tienen arduamente complicado mantener su mayoría. Está claro que a su filas no les va a temblar el pulso para forzar su salida si consideran que ha dejado de ser material electoral.
Tras sobrevivir a la moción de confianza, Johnson estaría ahora inmune a nuevos retos internos durante un año. Pero los rebeldes no están dispuestos a darle tregua y presionan para cambiar las reglas del partido para plantear otro desafío a su liderazgo en seis meses. También están barajando diferentes opciones como medida de presión, como una «huelga de votos» para paralizar la agenda legislativa del Gobierno.
Más allá del« Partyga te », el« p re mi er» tiene varios frente s abiertos que han hecho que su popularidad haya caído en picado. Las elecciones tienen lugar en medio de la mayor huelga ferroviaria desde 1989, que ha paralizado al país. Más de 40.000 trabajadores han secundado la llamada de los sindicatos para reclamar mejoras salariales en medio de una inflación que ha llegado ya al 9,1 % y, según las estimaciones del Banco de Inglaterra, podría alcanzar el 11%. No se descarta que otros sectores se unan a los paros, como el profesorado, lo que recuerda al «invierno del descontento» de finales de los años setenta.