Un año sin Mila Ximénez, una mujer «irrepetible»
Sus amigos y compañeros recuerdan a la tertuliana, que sigue muy presente en sus corazones y los de los espectadores
«Nos hemos quedado huérfanos de una amiga y de una luchadora», dice Chelo García-Cortés
YaYa ha pasado un año desde que la luz de Mila Ximénez se apagó para siempre. Doce meses en los que su ausencia se ha hecho dolorosamente notable no solo entre sus compañeros, amigos, familiares y demás seres queridos, sino también para los espectadores del programa que dejó «huérfano», tal y como indican algunos colaboradores. «En ‘‘Sálvame’’ ha habido un antes y un después. Nos hemos quedado huérfanos de una amiga, de una compañera y de una mujer que ha luchado hasta el final», reflexiona Chelo García-Cortés para LA RAZÓN. Es tan grande el vacío que dejó en su «otra familia», la televisiva, que todavía no han sido capaces de pronunciarse abiertamente sobre su marcha: «No hemos hablado de la ausencia de Mila porque duele mucho».
Aunque García-Cortés es consciente de que han tenido buenos y malos momentos a lo largo de su trayectoria profesional compartida, hoy solo guarda palabras de cariño e intenso afecto para Mila Ximénez: «Te podía machacar, te podía decir lo peor, pero, cuando se daba cuenta de que te estabas hundiendo, te miraba con una ternura especial. Para mí, su recuerdo es eso, su sonrisa, su aura». La célebre periodista reconoce que ni siquiera ha sido capaz de eliminar el número de teléfono de la sevillana de su agenda, como muestra de lo mucho que le cuesta aceptar que ya no está: «Me duele su ausencia, no sé si el corazón duele, pero el mío sí y la echo mucho de menos».
Los enfados y su risa
Una vieja máxima asegura que, en la vida, somos todos prescindibles, pero en el caso de Ximénez, no parece ser así: «Nadie ha querido ni pretenderá sustituirla. Esa croqueta, esos enfados, esa sonrisa tierna... Mila era una gran persona, una madre maravillosa, lo superó todo, luchó como una jabata, hasta el final, y a mí me quedan esos abrazos que hemos tenido tras nuestros enfados. Mila es irrepetible», señala GarcíaCortés. «Irrepetible», un término con el que Carmen Borrego coincide a la hora de describir a su compañera y amiga, de quien, además, añade emocionada: «Era muy importante para todos. El alma del programa que hacemos y en el que se la echa de menos todos los días».
Al equipo de «Sálvame» le resulta imposible no recordarla cada vez que ponen un pie en el plató, que «ya no se llama plató de ‘‘Sálvame’,’ se llama plató de Mila», tal y como Lydia Lozano recuerda a este periódico. Su esencia sigue muy presente entre los focos y las cámaras que durante tantos años apuntaron a ella: «Sigue estando ahí. Yo y creo que todos los compañeros la llevamos en el corazón».