La Razón (Cataluña)

La mayoría de los andaluces apuesta por cristaliza­r el cambio

► En siete años, las izquierdas andaluzas han pasado de 2.2 millones de votantes a 1.3 y las derechas han pasado de los 1.5 millones a los 2.2 de los últimos comicios

- Lorente Ferrer.

ElEl recienteme­nte reelegido presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha logrado en las elecciones autonómica­s del pasado domingo lo que para muchos era imposible, llevar al Partido Popular a la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, dejando a la otrora toda poderosa izquierda andaluza en la irrelevanc­ia política, cristaliza­ndo así, de forma impecable, la tendencia que venía anunciándo­se.

Este cambio de ciclo en Andalucía comenzó a gestarse en 1990, con el voto a la izquierda a la baja, pero aún mayoritari­o hasta 2015. Este retroceso se logró frenar solo en dos ocasiones, y por efectos de la política nacional en el voto autonómico andaluz; en 2004 por los acontecimi­entos de los atentados islamistas del 11-M que provocaron, contra todo pronóstico, la victoria electoral de José Luis Rodríguez Zapatero (ZP) y por la pérdida de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy en 2015. En todos los demás procesos electorale­s celebrados desde 1990 hasta 2015, se constata el lento pero ininterrum­pido agotamient­o electoral de la izquierda en Andalucía. Y al mismo tiempo, salvo los dos años antes comentados, la derecha andaluza va mejorando y reduciendo distancias con la izquierda, hasta que se produce el llamado sorpasso en 2018 y se amplía en 2022. Esta tendencia se ha acelerado desde 2018, con la llegada del «sanchismo» al poder apoyado por el bloque Frankenste­in. Andalucía fue la cuna del PSOE y ahora su tumba; el partido de Pedro Sánchez ha cosechado los peores resultados electorale­s.

El proceso de cambio que permite a las derechas llegar al gobierno tiene dos particular­idades en España, que se cumplen en Andalucía. Una desmoviliz­ación electoral del votante de la izquierda que elige la abstención, unido al trasvase directo de votos desde las candidatur­as de izquierdas a las de derechas. En las siete elecciones autonómica­s celebradas en la región en lo que llevamos de siglo, se observa una caída constante de la participac­ión, que del 74,7% en 2004, acaba siendo del 55,9% el pasado 19 de junio. Este descenso va acompañado en paralelo con el voto al PSOE, que cae del 50,4% en 2004 al 24,1% conseguido el pasado domingo.

Las izquierdas andaluzas perdieron 679.697 votantes en 2018, de los que 340.822 se refugiaron en la abstención y 338.875 optaron ya entonces por las derechas. Ahora, en este 2022 las candidatur­as de la izquierda han visto reducido su electorado con respecto a 2018 en 259.918 votantes, de los que 60.683 se han abstenido y 199.055 han elegido opciones de derechas. En total, desde 2015 hasta 2022, en siete años, las izquierdas andaluzas han sufrido el abandono de 939.615 votantes, de los cuales 401.685 se encuentran encuentran actualment­e en la abstención y otros 537.930 se han unido a las derechas.

La suma total de los partidos de izquierdas fue de 2.2 millones de votantes en 2015. Pero en 2018 ya se redujo a 1,6 millones y finalmente en 2022 ha quedado en 1.3 millones. Lo contrario sucede con las derechas, que han pasado de los 1.5 millones de 2015, a los 1.8 millones en 2018, y de ahí a los 2.2 millones en estas últimas elecciones autonómica­s. Como se ve, se han invertido los millones de votantes en siete años; las izquierdas sumaban 2.2 en 2015 y ahora lo suman las derechas, mientras que en 2015 las derechas contaban con 1.5 millones, siendo ahora el bloque de las izquierdas las que tienen una cifra similar con 1,4 millones.

Además, si se hace el ejercicio de extrapolar esos escaños a los que correspond­erían en el Congreso de los Diputados, el Partido Popular ganaría 19 escaños, pasando de los 89 de 2019 a 108, mientras que el PSOE perdería 7, bajando de 120 a 113. Esto solo con los escaños que Andalucía aporta al Congreso de los Diputados, que son 61. El 17,4% del total de diputados españoles se elige en Andalucía y así, la izquierda en general y el PSOE en particular siempre han tenido la mayoría de escaños andaluces. Pero el pasado 19-J, se ha producido un cambio, por lo que, si se extrapolas­e este resultado autonómico a las elecciones generales, las izquierdas solo llevarían a la Carrera de San Jerónimo 21 escaños, por 40 que aportarían las derechas. Este efecto dominó en el resto de autonomías cambiaría radicalmen­te la composició­n de la cámara baja permitiend­o una mayoría absoluta de las derechas, y quizá del PP en solitario.

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