El agresor de sanitarios: hombre y alguno reincidente
► La tasa de actos violentos es superior a la media en Atención Primaria
Más de 20.000 enfermeras y enfermeros pedían el lunes pasado al ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, poder jubilarse de manera anticipada ante «las penosas y peligrosas condiciones laborales que sufren y que afectan a su salud y a la atención que prestan». No es de extrañar. Ayer, el Ministerio de Sanidad daba a conocer unas cifras significativas: el año pasado las agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud subieron hasta las 10.170 y se perpetraron sobre todo a médicas de Atención Primaria; en siete de cada diez ocasiones fueron cometidas por los propios pacientes, que en su mayoría, un 59%, fueron hombres.
El 19% de los agresores, además, eran reincidentes, según se extrae del «Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud 2021», publicado por Sanidad con datos proporcionados por las distintas comunidades entre marzo y abril de este año.
De acuerdo con el informe, en 2021 se contabilizaron 15,71 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales, lo que supone 2,24 puntos más con respecto al 2020, cuando se registraron un total de 8.532 (13,47 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales). La tasa de notificación de agresiones fue 3,85 veces superior en Atención Primaria y extrahospitalaria que en atención hospitalaria (32,27 frente a 8,37).
Por categorías, las cifras más altas se dieron en el personal facultativo y el administrativo (23,34 y 19,47, respectivamente), por encima del de enfermería (14,34); celadores (que son los que mayor incremento experimentaron, hasta 12,78); Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (12,52) y otros (6,52).
Como en años anteriores, la inmensa mayoría de las víctimas, un 77%, fueron mujeres; por el contrario, un 59% de los agresores fueron hombres.
El 74% del total de agresores eran usuarios o pacientes y un 26 % familiares o acompañantes, que fueron denunciados principalmente por insultos y amenazas. No obstante, el documento resalta que «es un dato que no se debe dejar de considerar», pues los actos violentos sumaron un total de 1.483.
Los motivos que llevaron a estas personas a agredir al personal sanitario fueron sobre todo derivados de la atención percibida (35,8%), seguida de las causas relacionadas con sus demandas (23,7%) y causas ajenas a la organización o a la asistencia prestada (20,3%).