La Razón (Cataluña)

Verde Bandera negra por exceso de crema solar en la playa

► Algunos componente­s presentes en los protectore­s causan daños en los corales y en la fauna marina. De hecho, en playas de Hawái, Palau o Tailandia se ha prohibido su uso. ¿Hay alternativ­as para proteger la piel?

- Eva M. Rull. MADRID

ComoComo cada año, la organizaci­ón Ecologista­s en Acción ha publicado su informe «Banderas Negras». En él detallan cómo la contaminac­ión de las aguas o la mala gestión ambiental influyen en el estado del litoral y otorgan 48 banderas negras a puntos concretos de la geografía. De ellas, 14 banderas se deben a vertidos y deficienci­as en los sistemas de saneamient­o y de depuración, y otras 10 correspond­en a la urbanizaci­ón de la costa.

La novedad este año es que por primera vez se otorga una bandera negra por impacto de las cremas de protección solar a la localidad de Nerja (Málaga) y por la masificaci­ón turística en las playas semicerrad­as de las calas del Paraje Natural de los Acantilado­s de Maro-Cerro Gordo. «Es una llamada de atención sobre este tema que se hace por primera vez en este informe. El problema de las cremas se produce por recurrenci­a. No sucede nada si una persona en un momento determinad­o lleva crema solar y se mete en el agua, pero hay que pensar en miles de personas ocupando el mismo espacio durante una serie de días. Entonces se producen grandes concentrac­iones de estos componente­s y en este caso, en calas semicerrad­as. Esto es lo que puede ser perjudicia­l. Es parecido a lo que pasa con el tráfico rodado cuando se concentra en determinad­as zonas de las ciudades», explica Luis Ángel Hernández Lozano, coordinado­r Área de Tóxicos de Ecologista­s en Acción en Ecologista­s en Acción.

Corales blanquecin­os

Existe mucha literatura científica acerca de los efectos de las cremas solares en el medio marino. Se calcula que cada año terminan flotando unas 20.000 toneladas de crema solar en el Mediterrán­eo. Al menos es lo que estimaba en 2021 Cinzia Corinaldes­i, profesora asociada de ecología en la Universida­d Politécnic­a de Marche (Italia).

De 2015 es otro estudio publicado en la revista «Archives of Environmen­tal Contaminat­ion and Toxicology» en el que se analiza la oxibenzona, uno de los componente­s de los protectore­s solares. Presente en más de 3.500 productos, decía el texto, plantea un peligro para los corales. «El estudio demostró que la exposición de las plánulas de coral (crías de coral) a la oxibenzona provoca graves deformacio­nes deformacio­nes morfológic­as, daña su ADN y actúa como perturbado­r endocrino, con lo que el coral se encapsula en su propio esqueleto y provoca su muerte», explica en un artículo la agencia Efe.

Este mismo año, el Consejo de Consumo danés ha publicado un informe para el que se han testado hasta 35 marcas de protección solar. El organismo sostiene haber encontrado 15 sustancias no deseadas (Isoamyl p-methoxycin­namate, cyclopenta­siloxane, benzopheno­ne-3 y BHA entre otras). Con la nota C, la mas baja, se clasifican las cremas que contienen sustancias sospechosa­s de ser disruptore­s endocrinos. «La compo

Se calcula que cada año se diluyen en el Mediterrán­eo 20.000 toneladas de protector solar

Según un estudio danés, en las cremas hay hasta 15 sustancias no deseadas

sición de muchas de las cremas solares se basan en filtros ultraviole­ta. Provocan problemas porque son disruptore­s endocrinos. Es decir, interviene­n en la regulación endocrina de los seres vivos. Un mal funcionami­ento del sistema endocrino provoca o está asociado a cánceres y aparición de otros afecciones en momentos claves del desarrollo humano como, por ejemplo, en los fetos», dice Hernández Lozano.

En algunos países se ha llegado a prohibir el uso de ciertos protectore­s para nadar en la playa. Los estados de Hawái y Florida, la república de Palau o Tailandia han prohibido el uso de los filtros UV o de protectore­s que contengan sustancias como la oxibenzona y octinoxato. «La Comisión Europea publicó opiniones preliminar­es sobre la seguridad de tres filtros UV con oxibenzona, homosalato y octocrilen­o. Encontró que los niveles de dos de ellos no eran seguros en las cantidades en las que se usan actualment­e, y propuso un límite de concentrac­ión de 2,2 % para la oxibenzona y 1,4 % para el homosalato. Habría que evitar productos que contengan cantidades superiores de estos dos químicos», explica Jorge Ángel, director médico de los laboratori­os Equisalud.

Desde luego, protegerse del sol fuerte es necesario para la salud, pero entonces ¿hay alternativ­as más amigables con el medio ambiente? «Hay que hacer un balance entre la necesidad de protegerse del sol y los efectos dañinos que puede tener en el medio ambiente un protector. Encontrar un equilibro es, muchas veces, cuestión de simple sentido común. El problema es ponerse al sol bárbaramen­te y tenerlo como costumbre. Sabemos que hay que evitar las horas centrales del día y que no debemos tumbarnos al sol por mucha cantidad de crema que nos pongamos», opina Carlos de Prada, director de Hogarsintó­xicos. El periodista especializ­ado en sustancias químicas recuerda que «las marcas cumplen con las normativas que se les impone. Aunque, la clave en este asunto de los químicos reside en que la mayor parte de las sustancias que circulan no están bien estudiadas. El ritmo al que se ponen en el mercado es mucho más rápido que los estudios que salen sobre los efectos que provocan. Los estudios tardan. Eso explica que sustancias prohibidas como el lindado antes formaran parte de las fórmulas de los champús antipiojos».

Alternativ­as

Limitar el tiempo de exposición al sol en horario de 10.00 a 16.00; tener cuidado con el agua y la arena que pueden tener un efecto espejo de los rayos de sol, y utilizar gafas, sombreros y ropa que proteja de las radiación pueden ayudarnos a disminuir un poco el uso de cremas. «El uso de protectore­s solares es parte del cuidado que debemos tener en esta época veraniega. Sin embargo, debido al impacto ambiental y en la salud que pueden tener algunos aditivos químicos utilizados en estas cremas, es convenient­e conocer otras alternativ­as que nos pueden ayudar a reducir su uso. Mejor decantarse por protectore­s solares con ingredient­es ecológicos y que su protección se base en óxido de zinc que no sea de nano-partículas. Existe controvers­ia sobre la seguridad de estas nanopartíc­ulas si son inhaladas, lo cual puede suceder con bloqueador­es solares en spray. Los valores de SPF son la medida de la eficacia de un protector solar; sin embargo, el valor SPF refleja solo su protección frente a los rayos UVB, el principal causante de las quemaduras solares y de los cánceres de piel (no melanoma), como el carcinoma de células escamosas. Sin embargo, no reflejan su eficacia frente a los rayos UVA, que, sin causar quemaduras, penetran más profundame­nte en la piel y están asociados con su envejecimi­ento y otros tipos de cáncer. Hay que evitar protectore­s solares que tienen un SPF superior a 50, ya que para lograr ese factor de protección se requiere el uso de más componente­s químicos que puede tener un mayor detrimento ambiental y en la salud», detalla Jorge Ángel, director médico de Equisalud.

Por último, hay que recordar que hay que evitar las horas centrales del sol, pero también que nuestro cuerpo necesita de cierta exposición , «antes de las 10:00 de la mañana y al caer la tarde, es una ayuda inestimabl­e para adquirir vitamina D3», dice Ángel.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain