La Edad del Vidrio
► De botellas de agua a paneles fotovoltaicos o vacunas, el vidrio cuenta con infinidad de usos. Su versatilidad y propiedades, como su alta reciclabilidad, le han convertido en el primer material que cuenta con un Año Internacional de la ONU (2022). Además, se considera clave para la futura economía baja en carbono
Antes de soplar el vidrio y darle forma, el artesano tiene que extraer del horno la cantidad justa de material que necesitará para modelar una jarra, un vaso, una botella... En los talleres de la Real Fábrica de Vidrio y Cristales de La Granja (Segovia) cada pieza está realizada con la maestría de quien domina el trabajo y es única en sus detalles. Los hornos llevan 300 años funcionando casi ininterrumpidamente y aún hoy siguen sirviendo para formar nuevas canteras de artesanos sopladores. «Este edificio es de 1770, de la época de Carlos III, y es una joya de la arquitectura industrial. La fábrica solo ha estado parada dos veces; durante la Guerra de la Independencia de 1808 y en los años 80», explica Paloma Pastor, directora del Museo de la Real Fábrica de Cristales.
Esta localidad segoviana es uno de los más de 50 Municipios Hermanados por el Vidrio , una iniciativa puesta en marcha por Ecovidrio (entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión de estos residuos) y para la que ha contado con entidades como ANAREVI (Agrupación Nacional de Reciclado de Vidrio), ANFEVI (Asociación de Fabricantes de Envases de Vidrio) y los investigadores del Instituto de Cerámica y Vidrio del CSIC. Esta acción se enmarca en la celebración del Año Internacional del Vidrio de la ONU e incluye localidades de once CC AA ligadas históricamente a la fabricación de vidrio, a su reciclado o a que mantienen un tejido de artistas y fabricantes especializados o colecciones museográficas de piezas antiquísimas o modernas.
En el listado figuran localidades como Algaida en Baleares y Castril en Granada, Andalucía, Aielo de Malferit, L’Olleria, València y Villena en la Comunitat Valenciana, así como Palma, Algaida, Esporles,
Manacor y Campanet en Baleares, etc. También están la ciudad extremeña de Mérida, que alberga una de las colecciones de vidrio romano más completas de la Península, o Alcorcón que cuenta con un museo de arte contemporáneo de piezas de vidrio. Cada una de estas ciudades ha recibido una llave conmemorativa fabricada con vidrio reciclado que recuerda la conmemoración de esta fecha y la importancia del reciclaje de este material.
La ONU decidió hace un año dedicar el 2022 al vidrio. Es la primera vez que esta organización dedica una celebración a un material. La propuesta partió de España, concretamente del CSIC. «Un grupo de investigadores ya venía trabajando en el concepto de la Edad del Vidrio. Puede chocar, porque uno sin saber piensa que estamos en la Edad del Big Data o algo así, pero el vidrio hoy en día tiene un montón de aplicaciones. Lo encuentras tanto en el telescopio que usó Galileo como en el actual James Webb (se lanzó hace ocho meses y está a punto de mandar las primeras imágenes a la NASA). Se usa en biomedicina o en telecomunicaciones. Sus usos son tantos que a finales año pasado la revista Nature le dedicó un artículo en el que afirmaba que el vidrio es la joya escondida de la economía neutra en carbono… Todo esto convenció a la ONU y se le ha dedicado este año», explican desde Ecovidrio.
Y es que aunque parezca algo ancestral, el vidrio también juega un importante papel en la sociedad del siglo XXI. Quizá porque lo encontramos de forma habitual en nuestra vida no le damos importancia, pero hay que recordar que ha sido clave para las vacunas de la Covid y que sirve para fabricar, por ejemplo, paneles fotovoltaicos. Su versatilidad de usos tiene que ver con sus características. Lo primero qua hay que señalar es que sus materiales son naturales (caliza, silicio…) y sus propiedades únicas, por ejemplo, para conservación de alimentos. Además, está su reciclabilidad y es que dependiendo de su tipología, los envases de vidrio admiten hasta un 90% de calcín (vidrio reciclado). Además, contar con material reciclado en la fabricación de nuevo vidrio reduce el consumo energético de los hornos y, por tanto, las emisiones.
79,8% del vidrio se recicla en España. Eso supone unos 19 kilos por habitante