El cine yugoslavo inspira una obra del Grec Festival
El Teatre Lliure acoge una obra de la artista serbia Sanja Mitrovic
El cine de la antigua Yugoslavia, «con sus grandes coproducciones multiétnicas», es uno de los frutos positivos del sistema comunista que cayó con el muro de Berlín y que la artista serbia Sanja Mitrovic recupera en «Comrades, I am not ashamed of my communist past», que hoy se estrena en el Teatre Lliure, dentro del Grec Festival. «En el sistema comunista en el que crecí había cosas que no iban bien y había opresión, pero también tenía cosas positivas, como ciertos valores», afirmó ayer en rueda de prensa la dramaturga, nacida en la República Federal Socialista de Yugoslavia, país que desapareció como tal tras la guerra de 1991.
Uno de estos aspectos a reivindicar es la producción cinematográfica de la época, que Mitrovic recupera en un montaje con un enfoque documental y tratamiento multidisciplinar.
La obra reúne sobre el escenario a Sanja con el actor Vladimir Aleksic, un amigo de la infancia que estudio con ella en la misma escuela de primaria y que también emigró en 2001, aunque acabaron viviendo en países diferentes. Juntos se preguntan qué queda hoy en día, en una sociedad regida por el materialismo y el individualismo, de los principios de solidaridad y justicia social que regían en el país en el que nacieron. «La historia oficial que encontramos en los medios de comunicación y los libros de historia la escribe siempre alguien y allí no está todo –afirmó la directora–. Me interesa equilibrar lo que sabemos, o creemos que sabemos, con la experiencia de las personas».
Para hacerlo, Mitrovic suele utilizar todos los medios artísticos a su alcance: música, danza, video, acciones físicas... «porque no quiero que haya sólo una reflexión racional, sino también una emoción», aclaró.
En este caso, el cine es el género artístico que predomina en la obra, con proyección de imágenes, doblaje en directo y reconstrucción física de las escenas filmadas.
La obra es la segunda entrega de una trilogía sobre Yugoslavia que empezó en 2008 con «Will you ever be happy again?», en la que abordaba la guerra que vivió de adolescente.
Esta segunda pieza habla de la transición del sistema comunista al neoliberal y, a finales de 2023, tiene previsto estrenar un tercer montaje sobre los daños psicológicos que la historia de Yugoslavia ha ocasionado a sus ciudadanos.