Nadhim Zahawi, de inmigrante iraquí a posible primer ministro
Nadhim Zahawi, 55 años, ha pasado de llegar a Reino Unido como refugiado desde su Irak natal a convertirse en uno de los hombres más poderosos del país. Tras ser nombrado el martes nuevo responsable del Tesoro –el puesto con más peso en el Gabinete después del primer ministro–, lideró ayer la delegación de ministros que se reunió con Boris Johnson para pedir su dimisión. Por lo que no se descarta que pudiera presentarse ahora a las primarias que parecen ineludibles dentro del Partido Conservador. Su cara no es desconocida para el público, ya que estuvo al frente del exitoso programa de vacunación durante la pandemia.
Sus sosegadas y didácticas ruedas de prensa durante la crisis del coronavirus le reportó elogios de otros colegas conservadores y lo convirtió en un rostro muy habitual y respetado en el mapa político británico. Zahawi llegó a Reino Unido con apenas nueve años, huyendo del régimen iraquí de Sadam Husein. Le costaba hablar inglés y sus profesores llegaron a alertar a sus padres de que podría tener dificultades de aprendizaje. Nada más lejos de la realidad. Zahawi terminó licenciándose en Ingeniería Química por la prestigiosa University College London.
Antes de adentrarse en la política, fue asesor del novelista (y ex parlamentario) Jeffrey Archer y hasta llegó a distribuir camisetas y artículos publicitarios de la serie infantil los «Tetetubbies». Aunque se cree que proviene de una familia musulmana, el político «tory» siempre ha evitado pronunciarse en público sobre sus creencias religiosas.
En lo profesional, logró forjarse una sólida carrera en los negocios y antes de su incursión parlamentaria, cofundó la firma de investigación de mercado online YouGov –encargada, entre otros cometidos, de la elaboración de sondeos de opinión pública–, de la que fue consejero delegado hasta febrero de 2010. Partidario del bando político que respaldó el Brexit, se unió al Gobierno de la entonces primera ministra tory Theresa May como secretario de Estado en el Departamento de Educación.
Para unos, el hecho de que Zahawi haya asumido el timón económico de «un barco que se hunde» lo ata al «premier» hasta que el jefe del Gobierno termine cayendo. Otros contemplan este movimiento como parte de la ambición de apuntalar una hipotética candidatura a liderar la formación conservadora.