El «Lince», el título que la faltaba a Castillejo

Javier Castillejo se emociona escuchando las palabras de Óscar de la Hoya. Aquel en Las Vegas fue el gran combate de su vida, aunque perdiera el cinturón del campeón del mundo, uno de los momentos que recoge el documental «El Lince», que hoy estrena Movistar +.

Las palabras de De la Hoya demuestran el respeto que tiene al campeón español. «Fue un orgullo subir con él al cuadrilátero», reconoce el «Golden Boy», el hombre que fue campeón del mundo en seis divisiones distintas.

«El sacrificio ha marcado mi vida», es la primera frase que dice en el documental. Una vida, marcada también, obviamente, por el boxeo. «Todo en mi vida ha sido posible gracias al boxeo», asegura.

Es el que permitió a este niño que emigró con sus padres a Alemania ganarse la vida de una forma que no imaginaba cuando era pintor de brocha gorda. Un oficio al que tuvo que volver en uno de esos momentos en los que el boxeo le abandonó.

Y el boxeo le sigue acompañando ahora después de la retirada. «Te sientes vacío. Te sientes extraño. Estás tenso, nervioso y no sabes qué hacer cuando se apaga la luz del teatro y se te olvida», asegura. Eso fue lo que sintió tras la retirada. Pero ahora disfruta con su escuela de boxeo en Parla, el lugar del que nunca ha salido desde que regresó de Fráncfort con doce años.

El documental viene a cubrir una de las carencias que siempre ha tenido la carrera de Castillejo y de la que siempre se ha lamentado el boxeador español, el reconocimiento. Su carrera pasó por varias etapas, unas de más éxito y otras de menos, pero la admiración que despierta en el mundo del boxeo, en sus rivales y compañeros, no se traslada a otros lugares de la sociedad. Pero a partir de ahora ya se siente un poco más reconocido. «El Lince» es una leyenda.