Robo a Luque de presidencia con buenos Fuenteymbros
► El ganadero gaditano lidia una variada corrida con muchos matices y Daniel, Garrido y Lorenzo saldan su tarde con un trofeo cada uno en los sanfermines
PAMPLONA. Cuarta de la feria de San Fermín. Se lidiaron toros Fuente Ymbro. El 1º, de buen juego; 2º, va y viene; 3º, buen toro; 4º, bueno y rajado; 5º, bravo y con duración; 6º, sin celo y desrazado. Lleno de «no hay billetes».
Daniel Luque, de blanco oro, estocada (vuelta tras fuerte petición no atendida); estocada (oreja).
José Garrido, de blanco y plata, media estocada,dos pinchazos, aviso, media, dos descabellos (silencio); estocada baja (oreja).
Álvaro Lorenzo, de grana y oro, estocada, aviso, descabello (oreja); pinchazo, estocada defectuosa, pinchazo (silencio).
DespuésDespués de la espectacularidad matinal, de los miedos desafiantes, de ese sanfermín que mueve y con mueve alas ocho de mañana, llegó por la tarde la hora de la verdad, el sentido último de toda esta historia. Sin la corrida, sin este desenlace mágico, nada tendría sentido. Con el condicionante de que lo que ocurre por la mañana influye, y mucho, dramáticamente, en lo que pasa después. Por ejemplo, el toro rezagado mañanero, por buena reata que tuviera en su crianza, se convirtiótras los 3.10 de en cierro en menos deseable a la hora del sorteo. Esas carreras en solitario, esos capotes que ya había visto ante los dobladores, que hacen un trabajo maravilloso para meterle entoriles lo antes posible, son pasos a la contra para torearlo después. Determina las querencias y lo orientado que puede estar, se hacen resabiados, viejos, no conviene.
Eso en el mejor de los casos, porque el de Fuente Ymbro fue un encierro limpio. Viene tenebrosa oscuridad con los toros que hieren, que se dan la vuelta, que son protagonistas en la mañana y después hay cada tarde un protagonista de verdad, de carne y hueso que tiene que vérselas a solas con un toraco que ha multiplicado sus ya muchas dificultades por mil.
Era imponente el primer Fuente Ymbro que cuando dejó de correr, se paró y salió en soledad a la plaza, qué pedazo toro era joder. Daniel Luque anduvo con él sobrado de valor y ceremonioso y superó los temores de su presencia, la inmensidad de sus pitones, para componerle una faena sincera y bonita. No se entiende que en esas coordenadas y con una estocada a la primera en la petición unánime que hubo el presidente se ofuscara. El esfuerzo que supone llegar hasta ahí es mayúsculo. No un paseo ni una carrera. Hay que tragar saliva cuando la boca está como esparto y no hay nadie a quien mirar. La soledad del ruedo es dura en mitad del jolgorio. Y la bellezadePamplonaimponente.Es un huracán rojiblanco que te atraviesa. Luque dio la vuelta.
A Jesulín de Ubrique brindó el cuarto, con una fría respuesta del público que no reaccionó. Fue torero de masas el gaditano. El tiempo pasa o la memoria es corta. El toro tuvo buena condición en la muleta del de Gerena, que supo dejarle el engaño siempre puesto. Costó que la labor trascendiera, entre que era el de la merienda y que al animal le faltaba ese punto de transmisión, la cosa quedo más liviana. El de FuenteYmb ro, de buena condición quiso irse, siempre, a tablas, pero Luque anduvo listo y generoso. Logró el trofeo. (Y la puerta grande simbólica).
Iba y venía el segundo y entre una cosa y la otra se le metió en algún muletazo. Al natural el toro empujó y José Garrido quiso embarcar la embestida de verdad. Era desigual el animal. Firme el torero con final de fiesta de rodillas y mala espada.
Daniel Luque anduvo sobrado con el imponente primer Fuente Ymbro, ¡qué grande era!