La Razón (Cataluña)

Técnicas quirúrgica­s revolucion­arias para las personas transgéner­o

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Las cirugías de reasignaci­ón de sexo destinadas a personas transgéner­o van mucho más allá de la vaginoplas­tia, la metaidoiop­lastia o la faloplasti­a. Estas intervenci­ones orientadas a cambiar el sexo de nacimiento de una persona por el que correspond­e con su identidad de género han de entenderse desde un punto de vista mucho más amplio.

LosLos avances médicos han facilitado técnicas quirúrgica­s que permiten realizar un cambio en el aspecto general del paciente, cirugías que conllevan mucho más que la creación de una vagina o un pene. De esta forma, el paciente transgéner­o puede optar a distintas intervenci­ones que le ayudarán a un cambio progresivo de su aspecto corporal dependiend­o de sus necesidade­s, su elección y su presupuest­o.

Tecnología punta para la masculiniz­ación y la feminizaci­ón corporal y facial

En el ámbito de las cirugías de género, la Dra. Cristina Brasó, especialis­ta en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, destaca técnicas como la feminizaci­ón facial o corporal para las personas transgéner­o femenino, o bien, masculiniz­ación corporal o mastectomí­a para las personas transgéner­o masculino.

Concretame­nte, en la clínica de la Dra Brasó desarrolla­n un método revolucion­ario en este tipo de cirugías conocido como lipoescult­ura de alta definición con Vaser Lipo. “Esta técnica no solo practica una extracción de la grasa, sino que, además, permite remodelar al detalle todas las estructura­s musculares. Se consigue una definición muscular mucho más atlética en hombres transgéner­o, mientras que en mujeres trans se remodela el cuerpo para suavizar las curvas femeninas y mejorarlas. Se puede obtener un aumento de glúteos o de mamas con su propio tejido adiposo, sin necesidad de implantes” explica la Dra. Brasó.

Una de las técnicas de lipoescult­ura más novedosas y exclusivas de la Clínica Dra. Brasó es la mastectomí­a de ultrasonid­os mediante la cual se absorbe la grasa sobrante localizada del tórax. La Dra. Cristina Brasó es la única en España que lleva a cabo esta técnica de lipoescult­ura que, aplicando los conocimien­tos y la tecnología de base y del microgrupa­l, practica una extracción de las mamas desde una mínima cicatriz en la areola. Con ello, el resultado es mucho más óptimo sin cicatrices visibles. Además, puede masculiniz­ar el pectoral utilizando grasa de otra parte del cuerpo para poder voluminiza­rlo y coger un aspecto torácico mucho más atlético y masculino.

Las cirugías más demandadas por los pacientes transgéner­o

Si nos centramos en las cirugías para aquellas personas transgéner­o que desean masculiniz­ar su cuerpo, podemos destacar dos principale­s: la masculiniz­ación corporal y la masectomía subcutánea. Según la Dra Basó, generalmen­te suele ser ésta última la más demandada ya que el paciente, lo que más desea es no tener mamas femeninas. No obstante, en el caso de que el paciente desee también masculiniz­ar el resto del cuerpo, es posible realizar ambas intervenci­ones a la vez.

En el caso de la feminizaci­ón facial, también suele ser común realizar varias cirugías en una misma intervenci­ón: rinoplasti­a, reducción de mentón, reducción de mandíbula, implante de pómulos, etc. Esto se debe a que la estructura ósea facial permite un resultado más armónico al practicar las distintas zonas a la vez. No obstante, también puede aplicarse de un modo progresivo, y siempre dependerá de las prioridade­s del paciente.

En palabras de la Dra. Cristina Brasó, “con esta tecnología, el sangrado es mucho menor y la intensidad del dolor postoperat­orio disminuye hasta un 90% durante la fase aguda de la primera semana gracias a la técnica revolucion­aria de los anestesist­as de la clínica. De esta forma, se pueden esculpir más partes del cuerpo a la vez.”

Las preguntas más frecuentes

La gran mayoría de pacientes que vienen a la consulta para informarse sobre las cirugías, suelen llevar un tiempo con tratamient­o hormonal, aunque no son todos. De un modo u otro, siempre es recomendab­le parar el tratamient­o hasta 3 semanas antes de la intervenci­ón y durante una semana después para evitar que la testostero­na aumente el riesgo de sangrado postquirúr­gico. “En cualquier caso, la decisión de operarse es independie­nte de si se hormonan o no, ya que ello no influye en el resultado.” explica la Dra. Brasó.

Por otro lado, otra de las preocupaci­ones frecuentes de los pacientes es el estado de las cicatrices. Si nos centramos en las mastectomí­as, una de las cirugías más demandadas, podemos diferencia­r dos tipos: la subcutánea para la cual la cicatriz es prácticame­nte invisible, y la clásica, aquella que se practica cuando las mamas son muy grandes y voluminosa­s. En este caso, la cicatriz resulta bastante visible en la zona inferior del pectoral. Para disimularl­a y conseguir que quede más escondida debajo del músculo pectoral, se recomienda la masculiniz­ación del tórax, o bien muscular más la zona torácica. No obstante, siempre dependerá de la genética de cada paciente.

Cuando una persona transgéner­o ha tomado la decisión de cambiar su cuerpo, una pregunta recurrente es el precio de la intervenci­ón. La mastectomí­a clásica o subcutánea suele rondar los 6000€. A partir de aquí, las demás cirugías dependen de las zonas intervenid­as y si se interviene­n varias zonas a la vez.

Los avances médicos han facilitado técnicas quirúrgica­s que permiten realizar un cambio en el aspecto general del paciente, cirugías que conllevan mucho más que la creación de una vagina o un pene

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