Ineos, obligado al contraataque
► Los británicos ya no dominan, pero buscarán sorprender a Pogacar y asaltar el amarillo con Thomas y Yates
Es, sin duda, el equipo dominador del Tour de Francia en la última década. Siete de las 10 ediciones más recientes de la Grande Boucle acabaron cayendo en el saco del Ineos-Grenadier. Pero, curiosamente, y aunque la estructura y los técnicos sean los mismos, todas las victorias llegaron bajo la denominación de Team Sky.
De hecho, desde el cambio de nombre sólo se han subido al podio con Richard Carapaz, tercero en 2021. En la presente edición también van a tener que jugar al contraataque, y los Alpes no van a perdonar a nadie. En este terreno tendrán que tirar de estrategia para poder tumbar a un Pogacar que hasta ahora no ha mostrado fisuras, y a un Jumbo-Visma que también parece superior por el momento. Lo cierto es que el Ineos-Grenadiers ha alineado un equipo tan fuerte y compacto que resulta difícil situar un líder claro. De momento, tanto Geraint Thomas –ganador en 2018– como Adam Yates parecen ser los hombres más sólidos, y están muy bien situados como tercero y cuarto de la general, respectivamente. Tom Pidcock, por su parte, aguanta en séptima posición, pero el pasado domingo estuvo a punto de perder la rueda del grupo de favoritos en Morgins. Es de esperar que empiece a ceder con los días, y se centre en labores de gregario.
Quien sí ha perdido cualquier opción a hacer algo importante en la clasificación general es Felipe Martínez. El colombiano se vino completamente abajo en la jornada del domingo y se dejó más de 15 minutos con respecto a los favoritos. Una carta menos… y una carta más, porque puede ser un elemento más que interesante para filtrarse en fugas numerosas –como hiciera Castroviejo en la etapa del domingo– de cara a algún movimiento posterior. O a jugarse alguna etapa en meta.
Por la experiencia de grandes vueltas pasadas, lo lógico sería que Thomas vaya soportando poco a poco el peso del equipo en los próximos días. Ya sabe lo que es ganar en el Tour, está en muy buena forma –mejor que nunca, según sus directores– y es el más completo del equipo. Yates, en cambio, suele tener problemas para gestionar la tercera semana. En 2020 ya llevó el maillot amarillo, pero acabó dejándose varios puestos para terminar noveno en la general. Sí fue más regular en la Vuelta 2021, que acabó cuarto. Pero el tipo de puertos y esfuerzos del Tour son diferentes, y todavía debe demostrar que puede con las tres semanas de esta carrera.
«Tendría que matarte»
Está claro que algo traman en el equipo británico. Se están guardando alguna carta, y para muestra la respuesta que le dio Thomas
Pidcock ayer a un periodista en la rueda de prensa del día de descanso, cuando le preguntó por la actitud que tendrá el equipo y la táctica a seguir en los días de los Alpes: «Es una sorpresa. Si te lo dijera, tendría que matarte».
También Geraint Thomas habló de lo que viene y tiene muy claro que, si se presenta una oportunidad, tratará de aprovecharla al máximo. Sin embargo, es realista y cree que Pogacar está «un escalón por encima» de todos sus rivales. Para Thomas, estar en el podio ya sería un éxito: «Estaría orgulloso si logro subir al podio en París frente a una generación más joven. Por supuesto que voy a tratar de ganar la carrera, pero lo principal es no arrepentirme de nada y saber que, cuando llegue a París, tanto yo como el equipo hicimos todo lo que pudimos», manifestaba el galés.
De momento, hoy llega la primera jornada de los Alpes, aunque no tendrá nada que ver con las dos siguientes. Serán 148 kilómetros con final en Megève después de 21 kilómetros de ascenso sin rampas de entidad. Un día en el que habrá que tirar de equipo. Veremos si Ineos comienza ya el contraataque o se reserva para los colosos de mañana y pasado.