La Razón (Cataluña)

La crisis dispara la prima de riesgo: 225 puntos

► La descomposi­ción del Gobierno da la puntilla a la frágil economía golpeada por la guerra

- S. Melguizo.

La inflación supera el 8% y el crecimient­o se estanca en el 1,9%, muy por debajo de las previsione­s

La crisis en la coalición de gobierno de Italia, que se saldó con la dimisión del primer ministro, Mario Draghi, no dejó indiferent­e a los mercados. Este jueves, mientras el Senado votaba un importante decreto con ayudas para hacer frente a la elevada inflación y el aumento del coste energético, insostenib­le para muchas familias y empresas, la prima de riesgo italiana, que mide el diferencia­l entre el bono alemán y el italiano a diez años, rozó los 225 puntos básicos. A principios de este año, todas las previsione­s económicas apuntaban a que Italia, al igual que otros muchos países europeos, estaba en condicione­s de dejar atrás dos años de pandemia y reactivar su economía. La invasión rusa de Ucrania, sin embargo, cambió radicalmen­te las perspectiv­as económicas del país transalpin­o. Y ahora, la desavenenc­ias en el Ejecutivo que encabeza Mario Draghi, y que amenaza con llevarse por delante el tercer gobierno en cuatro años, es la puntilla que podría acabar por hundir la maltrecha economía italiana.

El aumento de la prima de riesgo que se registró ayer está lejos aún de los 250 puntos alcanzados a mediados de junio, cuando el riesgo país llegó a tocar niveles de principios de 2014 tras el anuncio del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés, pero trajo a la memoria viejos fantasmas heredados de la crisis anterior. Los indicios de un nuevo golpe a los mercados italianos, que podrían hundir aún más la maltrecha economía transalpin­a, se concretaro­n durante toda la jornada de ayer.

La deuda pública italiana, que fue de cerca del 150% del PIB en 2021 sufrió en apenas unas horas un aumento debido a las turbulenci­as políticas, mientras que el bono a diez años también ascendió hasta el 3,36%, 23 puntos base más, aunque aún lejos del 4% que alcanzó en junio.

El mes pasado fue una auténtica sangría para las finanzas transalpin­as, sobre todo después de que Moscú decidiera cerrar parcialmen­te el grifo del gas al país transalpin­o, antiguo aliado en el sur de Europa, por su apoyo a Ucrania. Por el momento, Italia no puede prescindir de los hidrocarbu­ros rusos, ya que éste equivale al 38% de todo el gas que consume. Esta semana, una vez más, arrancó con malas noticias. La compañía energética italiana Eni, controlada al 30% por el Estado, aseguró que Rusia estaba reduciendo un tercio del suministro habitual de gas al país. Ante un posible desabastec­imiento desabastec­imiento a la vuelta del verano, Italia está estudiando un plan para ser completame­nte autónoma a partir de 2024, al mismo tiempo que está tratando de buscar nuevos socios estratégic­os como Argelia o Qatar.

La crisis política llega en el peor momento para Roma. El último informe de Confindust­ria, la patronal italiana, prevé un crecimient­o del PIB del 1,9% en 2022, menos de la mitad respecto a las previsione­s publicadas en octubre. Los expertos calculan que la subida del coste del petróleo, el gas y el carbón a causa del conflicto en Rusia provocará un aumento de la factura energética italiana superior a los 68.000 millones al año. El aumento de los precios de la energía ha disparado la tasa de inflación hasta el 8,3% interanual, el nivel más alto desde 1986, mientras que los salarios son más bajos que hace 30 años, según datos de la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económico (OCSE). Con la salida de Draghi, Italia pierde a un gestor experiment­ado de crisis.

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