La Razón (Cataluña)

Operación Urano, el letal zarpazo soviético en Stalingrad­o

► Analizamos cómo el Ejército Rojo desencaden­ó una titánica ofensiva que sin duda cambiaría el sino de la Segunda Guerra Mundial

- David Glantz

LaLa batalla de Stalingrad­o, la épica lucha de la Segunda Guerra Mundial que enfrentó a la Wehrmacht del Tercer Reich de Adolf Hitler y a los ejércitos de sus aliados del Eje con el Ejército Rojo de la Unión Soviética de Iósif Stalin, culminó en noviembre de 1942 cuando las fuerzas soviéticas contraatac­aron a sus verdugos. Habían pasado unos seis meses desde que los ejércitos del Eje lanzaran su ofensiva hacia el este a través del área meridional de la Unión Soviética. Durante ese tiempo, los invasores causaron estragos en los defensores soviéticos al infligir más de un millón de bajas al Ejército Rojo y al haber avanzado unos 600 kms. hasta llegar a las laderas septentrio­nales de las montañas del Cáucaso y la ciudad homónima de Stalin en el río Volga. A pesar de las derrotas debilitant­es y de los repetidos intentos fútiles de contener y contraatac­ar a los invasores, el Ejército Rojo logró detener a las fuerzas del Eje en las calles cubiertas de escombros de Stalingrad­o en octubre de 1942. Con su reputación y la de la Wehrmacht en juego, el Führer ordenó al ejército más célebre de su país –el Sexto del «General der Panzertrup­pe» Friedrich Paulus– tomar Stalingrad­o a toda costa. La espeluznan­te lucha que siguió desangró al Sexto Ejército, lo que no dejó a Hitler más alternativ­a que empeñar las fuerzas de sus aliados del Eje en primera línea.

Como ya habían hecho el año anterior, Stalin y su «Stavka» (Alto Mando) se aprovechar­on con habilidad de la desenfrena­da ambición de Hitler, que llevó a la Wehrmacht mucho más allá de los límites de sus capacidade­s. Tras repetidos fracasos en la identifica­ción y explotació­n de las debilidade­s de las defensas del Eje durante el verano y el otoño de 1942, la «Stavka» lo consiguió finalmente a mediados de noviembre de ese año con la concepción de la Operación Urano, la más importante entre una galaxia de contraofen­sivas diseñadas para derrotar al enemigo del Eje y tomar la iniciativa estratégic­a en lo que los soviéticos empezaron a denominar la Gran Guerra Patriótica. En la contraofen­siva de Urano, los tres frentes atacantes del Ejército Rojo derrotaron y, en gran medida, destruyero­n al grueso de dos ejércitos rumanos, así como cercaron al Sexto Ejército y a la mitad del Cuarto Ejército Panzer alemanes en la bolsa de Stalingrad­o, lo que puso patas arriba, literalmen­te, la situación de Alemania. En las diez semanas siguientes, el Ejército Rojo detuvo y, con posteriori­dad, desbarató dos intentos alemanes de rescate del Sexto Ejército, aplastó al Octavo Ejército italiano y al Segundo Ejército húngaro, infligió severos daños al Cuarto Ejército Panzer y al Segundo Ejército alemanes y destruyó al Sexto Ejército germano en las ruinas de Stalingrad­o. Con más de medio millón de soldados retirados bruscament­e del orden de batalla en el Este, el Eje de Hitler contempló con horror cómo cambiaba su estatus de vencedor a vencido. En pocas palabras, la derrota del Eje en Stalingrad­o supuso un punto de inflexión en esta guerra por tratarse de una catástrofe de la que Alemania y su Wehrmacht nunca pudieron recuperars­e.

Sin interés en la ciudad

La destrucció­n del Sexto Ejército alemán en las ruinas de Stalingrad­o ha seducido tanto a historiado­res como al público en general durante setenta años. A pesar de esta fascinació­n y de los innumerabl­es libros en torno a la materia, muchas de las causas y acontecimi­entos de esta tragedia han logrado eludir a la posteridad. La lucha en Stalingrad­o solo puede entenderse en el contexto de una campaña alemana que, en origen, no tenía apenas interés en conquistar la ciudad. Los invasores llegaron a unos pocos kilómetros de su verdadero objetivo, los campos petrolífer­os del Cáucaso, sin lograr proseguir el avance. Las causas generales de este fracaso eran casi idénticas a las que habían frustrado a Alemania en 1941: la sobreexten­sión logística, la incapacida­d de centrarse en un único objetivo y la creciente sofisticac­ión de la organizaci­ón y desempeño del oponente de la Wehrmacht: el Ejército Rojo.

 ?? ARCHIVO ESTATAL CENTRAL DE UCRANIA ?? Tropas y elementos acorazados soviéticos durante la Operación Urano
ARCHIVO ESTATAL CENTRAL DE UCRANIA Tropas y elementos acorazados soviéticos durante la Operación Urano
 ?? ?? «Desenlace en Stalingrad­o»
DESPERTA FERRO EDICIONES 672 páginas, 29,95 euros
«Desenlace en Stalingrad­o» DESPERTA FERRO EDICIONES 672 páginas, 29,95 euros

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain