La UE pone en el punto de mira el oro de Moscú tras el veto al petróleo
►Borrell pide a los Veintisiete no ceder a la «fatiga» ante un conflicto largo
Los ministros de Exteriores de los Veintisiete dieron ayer su respaldo político al nuevo paquete de sanciones presentado la semana pasada por parte del Ejecutivo comunitario y que incluirá la prohibición a las importaciones de oro rusas. Esta nueva batería de medidas contra Moscú por la invasión de Ucrania, en realidad, se ha presentado –más como que como un nuevo paquete– como un plan para tapar agujeros de todas las rondas de sanciones anteriores, con el objetivo de que el Kremlin no pueda utilizar ningún resquicio o meandro para saltarse los castigos europeos. Se espera que este apoyo político se formalice esta semana tras una reunión de los embajadores europeos este miércoles.
Se desconocen todavía los detalles de este nuevo paquete de sanciones que también añadirá nuevas personalidades al listado actual y que, según el digital «Político», no incluyen al oro en formas de joyas sino tan sólo en polvo, en bruto o semielaborado, así como en monedas y el de desecho o chatarra.
Además la propuesta también refuerza lo controles para la exportación de tecnología avanzada y de doble uso que pueda utilizarse contra la represión como cañones de aguas, cascos o gases lacrimógenos. Asimismo, el texto presentado por el Ejecutivo comunitario incluye excepciones a la congelación de activos cuando esta acción pueda tener «un impacto grave y significativo en la salud y seguridad humana o el medio ambiente», en aras de contrarrestar la propaganda rusa que culpa a las sanciones europeas de la escasez de trigo.
Además, los ministros de Exteriores también han aprobado el desembolso de otros 500 millones de euros del Fondo europeo de Apoyo a la Paz, lo que sumo un total de 2.500 millones de euros desde el inicio de la contienda. «Se trata de poner una raya más el tigre», resumía un alto cargo diplomático sobre la nueva batería de sanciones, en un momento en el que el cansancio parece haberse apoderado de las cancillerías europeas a la hora de avanzar en los castigos dentro del terreno energético, que por ahora abarca al carbón y al petróleo, pero no al gas. Actualmente doce países europeos están sufriendo el corte suministro de gas total o parcial y la Comisión Europea va a presentar mañana su propuesta de emergencia ante el temor de que Vladimir Putin decida cortar por lo sano y condenar a los europeos a no poder encender la calefacción este invierno, lo que también repercutiría en la galopante inflación.
Precisamente uno de los grandes interrogantes reside en si el apoyo de la población europea a Ucrania puede aminorarse progresivamente ante estos sacrificios y, con ello, las acciones de los gobiernos europeos. «Las sociedades europeas no pueden permitirse estar fatigadas», aseguró ayer el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell.