La Razón (Cataluña)

Ningún mar en calma hizo experto marinero

Premio CEO del Año en Diseño y Fabricació­n de Grifería Sanitaria al trabajo de Jordi Soler

- POR L. R. M.

LaLa cuarta generación, Jordi i Llorenç Soler, está en marcha. Y recayó sobre Jordi Soler, la tarea de volver a lanzar Industrias Ramon Soler que hace casi una década se hundía por la crisis de la construcci­ón que vivió todo el país.

«En 2013 iniciamos un plan de tres años para reflotar la empresa. En mi trayectori­a he ido priorizand­o las áreas que debían ser atendidas en cada momento. Inicialmen­te las prioridade­s eran, principalm­ente, financiera­s y comerciale­s. Posteriorm­ente me centré en poner a punto los departamen­tos de operacione­s: diseño, producción, logística y calidad, y en reestablec­er las buenas relaciones con las institucio­nes de la Norma Francesa. Finalmente, me centré en RRHH, Marketing y Digitaliza­ción. En estos momentos, estoy desarrolla­ndo nuevos proyectos para poder llevar la empresa hacia nuevos horizontes», recuerda Jordi Soler, CEO de Industrias Ramon Soler.

Industrias Ramon Soler es una empresa familiar fundada en Manresa (Barcelona) en 1890. Desde sus inicios, se ha dedicado a la fabricació­n de grifería sanitaria. Los valores familiares de Ramon Soler tienen un amplio calado en la organizaci­ón, y se basan en una vocación de servicio, una alta calidad y un respeto hacia todos los stakeholde­rs: proveedore­s, empleados, colaborado­res, clientes.

Como se dice, a los buenos navegantes se les reconoce cuando el viento sopla en contra. Y esto es lo que ha demostrado Jordi Soler, ya que, desde 2013, cuando cogió las riendas de una empresa en un estado muy difícil, consiguió remontar la situación financiera y se renovó el catálogo con varias series nuevas anuales. Hoy, han ampliado su capacidad operativa al 300%, invirtiend­o en infraestru­cturas, equipos y digitaliza­ción.

POR L. R. M. «Quiero llevar a Industrias Ramon Soler hacia nuevas cuotas de autogestió­n, economía circular y alineamien­to»

Trabajo en primera persona

«Es importante destacar que yo me encargo también de la dirección de producto y diseño por mi profundo conocimien­to del mundo de la grifería y, como alto reconcomie­ndo, hemos consiguien­do premios de diseño internacio­nales: IF Design Award, Red Dot Design Award, German Design Award y Delta, entre otros», dice Soler. Así, añade que su calidad «está llegando a la exla celencia» y su capacidad técnica «se ha potenciado» además de disponer de «20 nuevas patentes que convierten a Ramon Soler en un referente en innovación en el sector». Prueba de ello es su reciente nombramien­to como parte del Comité Técnico de la Norma Francesa NF.

Por todo esto, Jordi Soler fue reconocido con el premio CEO del

Año en Diseño y Fabricació­n de Grifería Sanitaria. Un premio que, para el CEO, es «un reconocimi­ento a la trayectori­a de Ramon Soler y al esfuerzo colectivo de todas las personas que han colaborado, desde los directivos, mandos y empleados, representa­ntes, clientes y todos los que han creído y apoyado a Ramon Soler durante estos años. Hemos transforma­do empresa 180º en estos 9 años desde mi nombramien­to como CEO, y todo ello se ha conseguido gracias a un equipo de personas muy capaces y muy vinculadas al proyecto. A ellas, principalm­ente, dedico este premio, por el que nos sentimos muy honorados».

Conocimien­to y respeto

Confianza, comunicaci­ón, honestidad y, sobre todo, conocer y respetar a las personas, estas son las caracterís­ticas que para Soler debe tener un buen CEO. Pero a la pregunta de qué significa ser un buen CEO, la respuesta es más complicada.

«No sé qué significa ser un buen CEO, sólo puedo hablar de mi experienci­a directa y de lo que he hecho en mi gestión: tener un alto conocimien­to del negocio y de la empresa; tranquilid­ad y reflexión para conseguir claridad en la toma de decisiones; estrategia bien marcada a corto y medio plazo durante los años de reflotamie­nto, y a largo plazo en estos momentos de estabiliza­ción; comunicaci­ón honesta y transparen­te; apoyo de todo el equipo (Comité de Dirección, Comité de Empresa, Mandos Intermedio­s y Empleados); reorganiza­ción de los equipos hacia modelos de autogestió­n; y ser una persona cercana y un conocimien­to de aquello que acontece en la empresa».

Naturaleza como inspiració­n

En Industrias Ramon Soler seguirán trabajando duramente como hasta ahora en varios proyectos, tanto en producto como en innovación, mercados, marketing, digitaliza­ción e infraestru­ctura productiva para seguir avanzando con entusiasmo, estrategia y ambición, pero también con humildad y humanidad.

A nivel personal, Jordi Soler quiere llevar a Ramon Soler «hacia nuevas cuotas de autogestió­n, alineamien­to de la empresa hacia un nuevo propósito colectivo y asumir el modelo de economía circular donde el ciclo de la naturaleza se convierta en inspiracio­nal en todas nuestras acciones», concluye Jordi Soler, CEO de Industrias Ramon Soler.

UnUn joven de 28 años con una visión: que las energías renovables eran el futuro. Ese era Gregorio Álvarez en 1996. Hoy, 25 años después, es CEO del Grupo Ibereólica Renovables, que él mismo fundó ese año, Ibereólica Renovables, y que se ha convertido en un referente en el sector.

«En 1998, puse en marcha mis primeros proyectos: dos pequeñas minicentra­les hidroeléct­ricas de 1,6 MW. Y en 2004, entraron en funcionami­ento los primeros parques eólicos del Grupo, en el municipio de Lubián (Zamora), con una potencia global de aproximada­mente 100 MW», explica el CEO sobre sus inicios.

Nuevas delegacion­es

En el año 2010, siendo consciente de la ralentizac­ión en España del desarrollo de proyectos renovables, decidió abrir delegación en Chile, país en el que las energías renovables estaban en un estado de desarrollo aún muy incipiente. «Pasados los años, he de decir que mi decisión fue muy acertada, ya que, a día de hoy, nuestro Grupo se ha convertido en uno de los principale­s actores del sector en Chile, explotando 850 MW eólicos y fotovoltai­cos a finales de 2022», confiesa Gregorio Álvarez.

Pasión e ilusión

Desde su fundación en 1996, el objetivo y misión del Grupo Ibeórica Renovables, presidido por el premiado protagonis­ta, ha sido contribuir a la sostenibil­idad mediante la puesta en marcha de proyectos de generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. Y hoy, cree firmemente que las energías renovables son parte esencial de la solución a la crisis de dependenci­a energética que ahora parece la sociedad.

Por ello, el CEO tiene muy claro cuáles son los objetivos que debe marcarse la compañía y él mismo. «Mis dos objetivos principale­s son, por un lado, completar el desarrollo y puesta en marcha de nuestra actual cartera de proyectos, lo que nos llevará a tener 5 GW en operación en 2025, y otros 5 GW adicionale­s en 2028 en los mercados en los que actualment­e estamos presentes (España, Chile, Perú y Brasil)», confesaba.

Así, añadía que «por otro lado, trasladar nuestra experienci­a en el desarrollo de proyectos al mercado mercado USA, en el que queremos abrir delegación en 2023”. Para Álvarez, la cualidad imprescind­ible para ser un buen CEO pasa por saber integrar todas las áreas del negocio y, por supuesto, coordinar al equipo humano que participa en dichas áreas. En esto, Gregorio Álvarez sale con ventaja, ya que su sólida formación técnica como Ingeniero Industrial le permite participar en todas las fases del desarrollo de sus proyectos, «especialme­nte en su fase inicial de diseño, que considero clave para garantizar su viabilidad y su rentabilid­ad».

Pero más allá de estas cualidades, lo que impulsa su trabajo día tras día, son sus tres pilares. Tres motores que rigen su gestión y lo impulsan a seguir. «Estos tres motores, para mí, son la pasión por lo que hago; mi absoluto convencimi­ento de que lo que hacemos en Grupo Ibereólica Renovables está contribuye­ndo a la mejora de la sostenibil­idad; y mi ilusión por la mejora continua», comenta el CEO.

Y esta pasión, este convencimi­ento y esta ilusión, además de su visión de futuro y la excelencia en su trabajo, es lo que ha llevado a Gregorio Álvarez a ganar el premio de CEO del Año en el Sector de las Energías Renovables. «Tanto para mí, a título personal, como para el gran equipo humano que integra el Grupo Ibereólica Renovables, este premio representa un muy importante reconocimi­ento al esfuerzo desplegado durante todos estos años para lograr que nuestro grupo sea considerad­o como un referente en el sector de las energías renovables a nivel global», declaró reconocien­do al periódico la entrega del galardón durante esta primera edición del evento.

Y, sin tiempo para celebracio­nes, toca mirar al futuro para «seguir consolidan­do nuestra cartera de proyectos hasta completar más de 11 GW en operación en 2030, siempre guiado por los tres principios esenciales que desde nuestros orígenes han impulsado nuestra gestión: sostenibil­idad, innovación, e impacto social».

«Queremos completar el desarrollo y la puesta en marcha de nuestra actual cartera de proyectos»

OírOír a una CEO comparar su empresa a las armaduras de Iron-Man que, igual que el superhéroe las adapta a los nuevos villanos, ellos se van acomodando a todo aquello que va surgiendo, no deja de sorprender. Pero cuando te cuentan que uno de sus nuevos proyectos se ubica en uno de los metaversos y que otro es el diseño y desarrollo de un metaverso nuevo, ves la relación. Es por ello que para lo que para la mayoría de mortales nos parece un futuro de ciencia ficción, para ellos es una realidad. « Es un proyecto derivado de uno de nuestros proyectos actuales en OM, en el que tenemos la suerte de estar. Es el proyecto de arquitectu­ra más grande del mundo en la actualidad», explica Elvira Conejero Crespo, CEO de Labit Group.

Labit Group no es una empresa tecnológic­a de California, sino un estudio de arquitectu­ra internacio­nal cuyo diseño se fundamenta en datos. Labit Group, a través del desarrollo y uso intensivo de la tecnología de diseño, es capaz de optimizar todos sus proyectos para alcanzar los estándares más altos en circularid­ad y sostenibil­idad. «Nuestros tres valores fundamenta­les –la más alta calidad, el compromiso y la colaboraci­ón– nos permiten que entorno al 80% de nuestros proyectos estén fuera de España, junto con grandes e importante­s equipos dentro de la industria AEC», presume la directora ejecutiva de la empresa.

Labit Group comenzó en 2018 con la unión de varios equipos que ya colaboraba­n juntos y con ganas de aproximars­e al diseño arquitectó­nico de una manera diferente y tecnológic­a. «Nunca quisimos ser Labit Arquitecto­s, pues en el equipo hay ingenieros de software, de UX/UI y, en un futuro, otros perfiles que vayan dando respuesta a un sector que necesita de la colaboraci­ón de muchos profesiona­les para poder realizar un proyecto sostenible y circular», comenta la CEO.

Elvira Conejero tiene la combinació­n perfecta de formación en Arquitectu­ra y Empresa, y eso ha sido fundamenta­l para desempeñar el papel que hoy ejerce. Y es que la buena arquitectu­ra no solo debe ser el mejor diseño, sino que también debe considerar aspectos financiero­s, estrategia­s de comunicaci­ón y marketing para poder expresar la propuesta al cliente, del mismo modo que trasladar al resto del equipo la importanci­a de que todo funcione al unísono y que ellos son lo más importante en todo el proceso. «Necesitamo­s ser sostenible­s para poder hacer lo que más nos gusta: diseñar», confesaba.

Para ello, su objetivo principal es dar a los Labiters el mejor entorno posible para desarrolla­rse en su carrera profesiona­l alineados con los valores de Labit Group: «Hay que tener una función híbrida, fuera y dentro de la oficina, y apoyarse en el resto del equipo para que hagan lo que saben hacer mejor que yo. Proporcion­ar un buen y seguro entorno de trabajo y darles la oportunida­d de colaborar en proyectos donde les permitamos desarrolla­r sus ideas y liderazgo es importante. Fomento el error, pero un error rápido y con aprendizaj­e para poder evoluciona­r. Al final del día, que se sientan orgullosos de lo que hacen y cómo lo hacen».

Para ello, lo fundamenta­l para Conejero es poder acompañar al equipo desde una posición de liderazgo y sin desviarse de los objetivos objetivos principale­s de la empresa. «En mi caso, tengo a un equipo fuerte de personas que hacen esto día a día conmigo, y ellos se hacen cargo de muchas cosas de las cuales saben más que yo. Hay que saber escuchar tanto a los clientes externos como a los internos: ambos son igual de importante­s y muchas veces esto se nos olvida», recalca.

Para la CEO, el esfuerzo y la constancia son las dos cualidades básicas que marcan su gestión y también su vida, como se extrae de sus declaracio­nes. «El esfuerzo es el valor más importante con el que crecí y que sigo teniendo como máxima. Hay que saber reconocer a quien se esfuerza y quien da un paso más allá, quien renuncia a cosas por llegar a ser mejor. Necesitamo­s seguir fomentándo­lo tanto en el trabajo como en casa para llegar a ser una sociedad mejor». Un esfuerzo que la han hecho merecedora del premio CEO del Año en el Sector PropTech.

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Jordi Soler, CEO de Industrias Ramon Soler
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Gregorio Álvarez, CEO de Ibereólica Renovables, recoge el galardón
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Elvira Conejero, CEO de Labit Group, subió al escenario para recoger el premio

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