Espaldarazo de la UE a Albania y Macedonia del Norte
► Tras años de bloqueo, Bruselas da luz verde a las negociaciones para la adhesión de ambos países
La Unión Europea dio ayer un paso histórico al comenzar las negociaciones de adhesión con Macedonia del Norte y Albania, dos países que llevaban esperando desde 2005 y 2014, cuando recibieron el estatus de países candidatos respectivamente. Esta decisión ha sido posible en parte debido a la guerra en Ucrania y al apoyo europeo concedido al país invadido por las tropas de Vladimir Putin. En la cumbre de junio, los países europeos concedieron a Kyiv el estatus de país candidato en un plazo récord, lo que soliviantó a los países de los Balcanes que llevaban años soportando promesas vacías y acusaron a los 27 de agravio comparativo. Actualmente hay cuatro países de la región de los Balcanes que esperan a formar parte del club: Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania (aparte de Turquía que recibió el estatus de país candidato en 1999 y cuyo proceso de entrada en la UE se encuentra en punto muerto). Bosnia y Herzegovina y Kosovo ni siquiera han recibido el plácet como países candidatos.
Tras la entrada de las naciones del Este en 2004 y 2007, la UE ha experimentado en los últimos años la denominada en los pasillos comunitarios «fatiga de la Ampliación», aunque el auge de China y Rusia en la región y el temor a que estas potencias ocupen el lugar europeo ha hecho que tanto la antigua Comisión presidida por Jean-Claude Juncker como la actual de Ursula von der Leyen hayan intentado dar un nuevo impulso que no siempre ha contado con la unanimidad de las cancillerías europeas.
En estos 17 años, Macedonia del Norte ha tenido que superar obstáculos de todo tipo ya que, durante este largo periodo, varios países han bloqueado el proceso. Primero, su disputa histórica con Grecia obligó al país a cambiar su nombre (de Antigua República Yugoslava de Macedonia a Macedonia del Norte); después, Francia también exigió endurecer el proceso de adhesión como condición para levantar su ve to y, como última piedra en el camino, Bulgaria también alegó motivos históricos, que han terminado solventándose con la promesa de hacer cambios en su Constitución, a cambio también de que el macedonio se convierta en una de las lenguas oficiales de la UE.
Tras la luz verde que tuvo lugar por parte de los embajadores del club comunitario este lunes, los mandatarios de Macedonia del Norte y Albania se desplazaron hasta Bruselas dónde han mantuvieron una rueda de prensa en un tono mucho más amigable que la de hace un mes, cuándo los 27 dieron luz verde a Ucrania mientras ellos debían conformarse con seguir esperando. «Han demostrado ustedes paciencia estratégica en abundancia», alabó Von der Leyen, mientras el primer ministro albanés, Edi Rama, parafraseando a Winston Churchill, aseguró que: «Esto no es el principio del fin, sino el fin del principio».
Los dos países atraviesan una nueva etapa que también puede dilatarse años. Tras la última reforma impulsada por el presidente francés, Em manuel Mac ron, el proceso es reversible y esto significa que las negociaciones de todos los capítulos –tanto los de ámbito económico como aquellos sobre el respeto al Estado de derecho– pueden reabrirse si las instituciones comunitarias consideran que se han producido retrocesos.