TV Rain, vuelve al aire la voz que Putin no quiere escuchar
► Reabre en Letonia el último canal ruso independiente censurado por el Kremlin
Muchos periodistas críticos se han exiliado y siguen informando de su país desde fuera
TV Rain, el último canal independiente de Rusia, ha vuelto a emitir más de cuatro meses después de verse obligado a cerrar por su cobertura de la guerra en Ucrania. No lo hace desde Moscú ni desde ninguna otra ciudad rusa. Eso sería un suicidio, sino desde Riga, capital de Letonia. Ser periodista crítico con el Gobierno ruso es una temeridad que le puede llevar a la cárcel a cualquier periodista, sobre todo después de que la Duma aprobara en marzo una ley que contempla penas de hasta 15 años de prisión por dar información falsa sobre las Fuerzas Armadas. Ningún periodista puede describir lo que está pasando en Ucrania como una «guerra» ni utilizar la palabra «invasión». La definición aceptada es «operación militar especial».
Esta ley provocó un éxodo de los principales medios de comunicación independientes en Rusia, ya fueran nacionales o extranjeros. TV Rain fue uno de ellos. El regulador de telecomunicaciones de Rusia bloqueó sus retransmisiones en por «incitar al extremismo, abusar de los ciudadanos rusos, perturbar masivamente la tranquilidad y la seguridad públicas y alentar las protestas».
El regreso al aire de TV Rain es toda una heroicidad. Tras haber obtenido una licencia de transmisión de la Unión Euroro– pea, el canal ya está ofreciendo un programa de noticias sobre Rusia en su canal de Youtube. Para los ciudadanos rusos que deseen escuchar su contenido tendrán que utilizar redes privadas virtuales (VPN) que le permitan salvar el bloqueo oficial y ver el canal en Youtube. «Debido a las leyes represivas promulgadas en Rusia, nos vimos obligados a marcharnos y ahora trabajamos fuera del país», ha detallado el presentador de la cadena rusa Tijon Dziadko.
Los medios de comunicación convencionales que mantienen una postura crítica con el régimen de Putin casi han desaparecido. La única señal de vida incómoda con el Gobierno se deja sentir en plataformas como podcast, Telegram y Youtube. TV Rain no ha sido una excepción. Otros medios tradicionales y un ejército de periodistas rusos tuvieron que salir del país las semanas posteriores al inicio de la invasión –24 de febrepor
febrepor temor a ser amenazados, perseguidos y encarcelados.
Uno de los casos más sonados de exilio fue el de la redacción de la publicación «Novaya Gazeta», cuyo redactor jefe, Dmitry Muratov, recibió el premio Nobel de la Paz junto a la reportera filipina Maria Ressa. «Novaya Gazeta» era el último periódico crítico con el Kremlin y ahora lanza su edición internacional desde Letonia.
La persecución y el hostigamiento contra las voces críticas es un fenómeno que comenzó hace más de diez años en Rusia, convertido ya en 2009 como uno de los tres países del mundo donde es más peligroso ejercer el periodismo, según el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), que asegura que 58 periodistas fueron asesinados en Rusia desde 1992.
A cientos de kilómetros de casa y con una audiencia rusa mermada, TV Rain vuelve a dar la batalla de la información independiente. «Hemos conseguido preservar el equipo y los principios fundamentales. Al igual que en los últimos 12 años, informaremos sobre los acontecimientos y fenómenos sin censura ni manipulación», ha relatado la emisora en un comunicado, que a buen seguro no es del agrado de Putin.