Vingegaard se acerca a la gloria
► El líder del Tour salva con solvencia el primer test de los Pirineos frente a un Pogacar con más corazón que fuerzas
El maillot amarillo respondió con serenidad a todos los ataques
El pelotón pasó ayer su primer contacto con los Pirineos y, de momento, todo apunta a que Jonas Vingegaard se ha ido asentando como líder de la carrera con el paso de los días. A falta todavía de dos jornadas de montaña y de la crono final, el danés del JumboVisma salvó a la perfección el primer asalto pirenaico y además lo hizo con una imagen de mayor solvencia que en las jornadas anteriores. A medida que van pasando las etapas, empieza a asumirse la idea de que Vingegaard va a suceder a Pogacar como vencedor del Tour. Es evidente que el esloveno no se va a dar por vencido tan fácilmente, pero en la jornada de ayer tampoco tuvo manera de alejar al maillot amarillo de este Tour. De hecho, en el Port de Lers hizo tres intentos en los que ambos se quedaron juntos por delante del resto de favoritos, como lleva sucediendo desde el primer día de montaña de este Tour.
Pero parece que lo haga con más corazón que piernas. Está claro que Pogacar es un gran campeón, y en uno de esos ataques puede llegar el momento en el que Vingegaard reviente. No fue ayer. Está más sólido y con más confianza que nunca. Respondió con serenidad y aplomo, dejando hacer en primer lugar a Kuss y cerrando después el hueco en primera persona. Los dos intentos siguientes los salvó él mismo en cuestión de segundos. Quedan dos días por delante, pero con subidas que le favorecen más a él que a su máximo rival. Su propio compañero Kuss fue claro tras la etapa: «Nosotros estamos bien. Pogacar está atacando mucho pero no suelta a Vingegaard, y se está dejando muchas fuerzas. Cada calentón se paga», dijo.
De hecho, por debajo de ellos dos sigue la pelea por el tercer lugar del podio en París. Y de esa pelea se cayó ayer Romain Bardet, que se dejó más de tres minutos en Foix. Y, si se trata de una cuestión de fuerzas, lo normal es que en lo que falta de Pirineos el francés del DSM siga yendo para atrás de forma inexorable. En cierto modo, era relativamente normal. Bardet hizo el Giro y estaba a un gran nivel hasta que se tuvo que retirar. Si ha debido alargar su estado de forma hasta el Tour, era de esperar que la última semana se le hiciese larga.
El «fallo» de Bardet deja a Geraint Thomas muy bien posicionado para pelear esa tercera plaza. El que fuera vencedor del Tour de 2018 se encuentra incluso cerca de la segunda plaza porque, pese a que cuesta arriba no fue capaz de seguir a Vingegaard y Pogacar, el juego táctico hizo que lograse entrar en la bajada. Y es que los tres equipos metieron a gente en la escapada del día –de casi 30 componentes, de la que salió ganador Hugo Houle (Israel)– para tenerlos preparados en el momento preciso. Van Aert –sí, otra vez–, Daniel Martínez y McNulty ayudaron a sus líderes a hacer la bajada final desde el Mur de Péguère hasta meta. Hablando de gregarios, UAE pierde a Marc Soler, que llegó fuera de control después de rodar más de media etapa en solitario.
Con los dos primeros casi inalcanzables, quedan David Gaudu y Nairo Quintana como principales amenazas para el podio de Thomas, una vez que Adam Yates también dio muestras de debilidad. El galés, mejor que ambos en la contrarreloj, tiene ahora casi dos minutos de renta. Así que Nairo y Gaudu van a tener que atacarle en los días que quedan. De hecho, en el Mur de Péguère, Quintana fue el único capaz de aguantar a los dos jefes del Tour. Faltan dos días en los que puede ocurrir de todo, pero Vingegaard ha salvado el primer escollo. La gloria de París está ahora un poco más cerca para él.