Sánchez impulsará una remodelación integral del PSOE
► Patxi López pasaría a la portavocía del Congreso y Pilar Alegría asumiría un papel protagonista
La dimisión de Adriana Lastra el pasado lunes lo ha precipitado todo. El presidente del Gobierno quería enfriar el partido, seguir surfeando la ola positiva que generó su intervención en el debate sobre el estado de la nación y centrarse en recorrer territorio y pisar la calle. Sin embargo, la alegría dura poco en la casa socialista y la cuestión interna ha vuelto a estallar en el peor momento, trasladando una visión endogámica, cuando lo que se pretende es proyectar que preocupan más los problemas de los ciudadanos que los internos del partido.
Con todo, Pedro Sánchez no va a esperar y este sábado, en el Comité Federal convocado de urgencia, acometerá una remodelación integral del PSOE. La renovación no se limitará a cubrir las vacantes que quedarán en la dirección, sino que se quiere hacer extensiva también a las direcciones de los grupos parlamentarios, que se renovaron hace menos de un año. El partido vuelve a exhibir síntomas de debilidad y, con los cambios, Sánchez reconoce implícitamente el fracaso de la remodelación que emprendió en 2021 en el marco del 40º Congreso de octubre.
Dejando a un lado las especulaciones –la última palabra solo la tiene el secretario general– el orden del día del Comité Federal del próximo sábado es orientativo y que pone negro sobre blanco a qué ámbitos se circunscribirán los cambios. Lo harán a la «estructura de la Comisión Ejecutiva Federal y Grupos Parlamentarios». De este modo, el PSOE apunta por primera vez a un cambio en los portavoces, actualmente ocupados por Héctor Gómez en el Congreso de los Diputados y Eva Granados en el Senado. Ambos llegaron el pasado mes de septiembre a sus puestos, con el objetivo, de trasladar un perfil más amable y cercano. Fuentes del PSC descartan que Granados vaya a dejar su cargo.
La mención en el orden del día de la «estructura de la Comisión Ejecutiva Federal» apunta también a una reordenación en la dirección. Desde suprimir la Vicesecretaría General, que antes ocupaba Lastra, y repartir sus funciones en otros dirigentes o simplemente cubrir la vacante, aunque dejarla sin competencias. Esta última opción es la que gana enteros. En las últimas horas, algunas fuentes apuntan también al incierto futuro de Santos Cerdán. El actual secretario de Organización es la otra pata de guerra interna que se libraba en el seno del partido con la ex número dos, Adriana Lastra, y que ha acabado desenca-denándolo todo. Fuentes solventes aseguran a este diario que ya se estaría negociando su salida, lo que terminaría por resolverse de manera salomónica por parte de Sánchez, con la exclusión de ambos de su círculo de confianza.
Los que salen por los que entran. Las fuentes del PSOE consultadas apuntan a nombres como el diputado Patxi López como portavoz en el Congreso y con más relevancia en la dirección. El ex lehendakari ha recuperado foco a cuenta de la Ley de Memoria Democrática y durante el debate sobre el estado de la nación fue el encargado de rebatir con dureza los ataques del PP al Gobierno utilizando a ETA. El abrazo que Sánchez le dedicó tras una de sus intervenciones en tribuna fue un gesto que no ha pasado inadvertido. También se espera el desembarco del director del Gabinete de la Presidencia, Óscar López, y su «número dos» en La Moncloa, Antonio Hernando, para coordinar la acción electoral del partido y que ésta tenga un vínculo directo con el Gobierno. Una conexión que también se había interrumpido en la última etapa.
El Ejecutivo es cantera de posibles fichajes para asumir puestos de relevancia. Todas las miradas se dirigen hacia la titular de Educación, Pilar Alegría, cuyo perfil está en alza y se ha visto resaltado a cuenta de la confrontación directa con el PP por las controvertidas becas de Isabel Díaz Ayuso. Para Alegría se dibuja a una doble función, desde portavoz de la Ejecutiva (en sustitución de un cuestionado Felipe Sicilia) hasta asumir la Secretaría de Organización, un puesto que estaba llamada a ocupar ya en 2012 si Carme Chacón hubiera ganado el Congreso de Sevilla. . En lo que existe un consenso generalizado es que los cambios deben tener «peso político» y ser «reconocibles» por los ciudadanos, algo que –consideran en el partido– no se produjo el pasado año. La cuenta atrás hacia las elecciones ya ha comenzado y no se puede volver a fallar.
Por tanto, ven razonable que quienes entren en juego sean figuras «consolidadas» y que conozcan los resortes del partido, porque a estas alturas de la legislatura y con las elecciones autonómicas y municipales en menos de un año no hay margen para hacer «experimentos». «Necesitamos personas de referencia en los puestos clave», señalan desde la organización.